Corrupción y abuso: la policía municipal de Poza Rica un símbolo de impunidad y decadencia

Poza Rica, Veracruz. – En una ciudad donde la inseguridad y la corrupción parecen ser «el pan de cada día», la Policía Municipal, encargada de salvaguardar la integridad física y los derechos de los ciudadanos, se encuentra hundida en el descrédito. Poza Rica vive un escenario desolador en el que esta corporación, lejos de proteger a la población, ha sido señalada por múltiples actos arbitrarios, corrupción y violaciones flagrantes a los derechos humanos.
Corporación en entredicho: corrupción e impunidad
Ciudadanos denuncian constantemente que los elementos de la Policía Municipal abusan de su autoridad bajo la fachada de “revisiones de rutina” y retenes ilegales, acciones que violentan abiertamente los artículos 11, 16, 20 y 21 de la Constitución Mexicana.
Artículo 11: Garantiza el libre tránsito por el territorio nacional, el cual se ve obstaculizado por retenes y revisiones sin justificación legal.
Artículo 16: Establece que nadie puede ser molestado en su persona, posesiones o domicilio sin una orden judicial debidamente fundamentada.
Artículo 20: Presunción de inocencia.
Artículo 21: Determina que la investigación de delitos es facultad exclusiva del Ministerio Público y las policías ministeriales, no de las corporaciones municipales.
Además, se ha documentado que los policías municipales de Poza Rica frecuentemente evaden identificarse durante sus intervenciones, contraviniendo el artículo 42 de la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el cual establece que los oficiales tienen tanto el derecho como la obligación de identificarse al interactuar con la ciudadanía. Este incumplimiento agrava la desconfianza y la percepción de impunidad dentro de la corporación.
Un historial de vergüenza
En 2023, la corrupción en esta corporación alcanzó niveles alarmantes. Varios elementos fueron detenidos por delitos graves como secuestro y delincuencia organizada. En un caso que sacudió a la ciudad, un domicilio en la colonia Chapultepec fue asegurado tras encontrarse cuerpos congelados bajo la custodia de policías municipales implicados en actividades criminales.
Adicionalmente, varios agentes fueron dados de baja después de que no aprobaron los exámenes de control y confianza, mientras otros simplemente abandonaron sus puestos al ser señalados como corruptos o estar inmiscuidos con la delincuencia organizada. Sin embargo, estos intentos de depuración no han logrado limpiar la institución ni recuperar la confianza ciudadana.
Cambios de mando sin resultados
A pesar de la llegada de un nuevo comandante, Adelaido Díaz Hernández, conocido como “Lallo”, los resultados brillan por su ausencia. La ciudadanía expresa su hartazgo ante una corporación incapaz de reformarse. La constante rotación de comisarios, sin estrategias claras ni voluntad de cambiar, ha generado una sensación de desesperanza en Poza Rica.
El clamor ciudadano
La población exige que se ponga fin a los abusos, la corrupción y la impunidad que han convertido a la Policía Municipal en una vergüenza para la ciudad. Los retenes ilegales y las revisiones arbitrarias, sin identificación de los oficiales, reflejan un desprecio absoluto por los derechos ciudadanos y asemejan a un estado fascista.
El gobierno municipal y estatal deben tomar medidas contundentes, comenzando con una reestructuración profunda de la corporación y el establecimiento de controles externos que garanticen transparencia y respeto a los derechos humanos.
Poza Rica ya no puede tolerar una fuerza policial que, lejos de proteger, se convierte en un enemigo más de la ciudadanía. Es momento de actuar y devolverle a la gente la seguridad y justicia que merece. La pregunta ahora es: ¿hasta cuándo las autoridades dejarán de ser cómplices de esta descomposición?
Redacción Reportaje Veracruzano