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#PozaRica: el silencio cómplice de Fernando #Remes ante la inseguridad que consume al municipio

Mientras funcionarios municipales y activistas son víctimas de desapariciones forzadas, el alcalde evade su responsabilidad en medio de una crisis de violencia que arrastra a Poza Rica al abismo.

Poza Rica, #Veracruz. – La administración de Fernando Luis Remes Garza está sumida en un ominoso silencio frente a la creciente inseguridad que golpea a Poza Rica. En lo que va de su gestión, más de cinco funcionarios municipales han sido privados de la libertad, sin que el alcalde muestre intenciones de actuar. El último caso que escandaliza a la población es la desaparición de Sergio Macías, encargado de Comercio del ayuntamiento, secuestrado el pasado 22 de enero mientras repartía alimentos a familiares de pacientes en el Hospital Regional. A pesar de la gravedad del hecho, Remes no ha emitido declaración alguna, replicando la apatía que lo caracteriza desde el inicio de su mandato.

Ese mismo día, Alan García Zúñiga, periodista inscrito en el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, fue también plagiado en Poza Rica. García Zúñiga, conocido por su lucha anticorrupción y por su valiente activismo desde la organización Resistencia Veracruzana, desapareció en un contexto que expone el deterioro de la seguridad en el municipio y el inoperante liderazgo de su alcalde.

Un patrón de violencia y omisión

La administración de Remes Garza está marcada por hechos de violencia contra servidores públicos y activistas. Las desapariciones de Sergio Macías y Alan García no son casos aislados: reflejan un patrón sistemático de inseguridad que parece ignorado por el edil. En cada ocasión, Remes ha optado por el silencio, dejando a las víctimas y sus familias en el limbo de la incertidumbre.

Poza Rica, antes conocida como un motor económico del norte de Veracruz, hoy es escenario de secuestros, asesinatos y desapariciones que permanecen impunes. Mientras tanto, el alcalde asegura con descaro que «en Poza Rica se duerme tranquilo», declaraciones que indignan a una ciudadanía que vive con temor constante.

La desaparición de Alan García: un golpe al activismo veracruzano

El caso de Alan García Zúñiga es emblemático. Reconocido por denunciar la corrupción en las fuerzas de seguridad estatales y municipales, Alan se enfrentó cara a cara con el sistema que juró proteger a los veracruzanos. Su activismo incomodó a muchos, y su desaparición solo alimenta sospechas sobre complicidades entre criminales y autoridades.

La comunidad internacional, incluida la ONU, ha exigido respuestas sobre su paradero, pero ni la gobernadora Rocío Nahle ni el alcalde Remes han mostrado interés en atender el caso. Este desdén oficial ha desatado críticas severas, señalando una falta de empatía y responsabilidad que raya en la complicidad.

¿Hasta cuándo el silencio?

La inacción de Fernando Remes Garza no solo muestra incapacidad, sino que pone en riesgo la integridad de toda una población. Su administración no ha tomado medidas claras para frenar la inseguridad, ni ha mostrado voluntad de proteger a quienes dedican su vida a construir un Veracruz más justo y transparente.

La desaparición de Alan García Zúñiga y Sergio Macías no puede ser normalizada. Poza Rica exige un gobierno que responda a la altura de los desafíos, y no un alcalde que se esconda tras excusas y declaraciones vacías.

En un estado sumido en la violencia y la corrupción, el silencio no solo es cómplice, es criminal.

Redacción Reportaje Veracruzano

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