Impunidad y violencia: encubrimiento en el asesinato de Jonathan Lázaro Arias Gómez

De accidente a ejecución: el crimen en la carretera Transístmica que las autoridades intentaron disfrazar
Cosoleacaque, Veracruz – La violencia sigue cobrando víctimas en el sur de Veracruz, y en un giro alarmante, las autoridades parecen más preocupadas por maquillar la realidad que por esclarecer los crímenes. El caso de Jonathan Lázaro Arias Gómez es un claro ejemplo de esta peligrosa tendencia: lo que en un inicio se reportó como un accidente automovilístico, en realidad fue una ejecución directa a balazos.
El pasado 25 de febrero, sobre la carretera Transístmica que une Minatitlán y Coatzacoalcos, testigos presenciaron una persecución a balazos. Minutos después, el vehículo de Arias Gómez salió del camino, y su cuerpo quedó inerte dentro de la unidad. En lugar de reconocer el crimen desde el primer momento, las autoridades locales intentaron instalar la versión de un accidente fatal.
Las evidencias que desmienten la versión oficial
La realidad desmintió rápidamente el discurso oficial. Reportes extraoficiales revelaron que la víctima presentaba al menos cuatro impactos de bala: uno en el rostro y tres en el abdomen. Además, la posición del cuerpo y la ausencia de daños graves en el automóvil dejaron claro que no hubo un choque mortal, sino una ejecución.
Especialistas en criminalística han señalado que el vehículo de Arias Gómez apenas salió 20 metros de la carretera, lo que hace improbable que un impacto de tránsito hubiera causado su muerte. Más aún, no se encontraron rastros de un golpe que pudiera justificar la versión inicial de las autoridades.
¿Por qué encubrir el crimen?
Este caso pone en evidencia un patrón alarmante: las autoridades locales parecen más interesadas en minimizar la violencia en la región que en investigar a fondo los homicidios. Encubrir asesinatos como accidentes o «hechos aislados» es una estrategia que solo fomenta la impunidad y protege a los responsables.
Con este crimen, el municipio de Cosoleacaque registra su primer asesinato violento del año. Sin embargo, en la región sur de Veracruz, la violencia sigue escalando con 25 muertes violentas en lo que va de 2025, incluyendo dos mujeres.
¿Quién responderá por este crimen?
La familia de Jonathan Lázaro Arias Gómez y la ciudadanía merecen respuestas. ¿Quién ejecutó el ataque? ¿Por qué las autoridades intentaron ocultarlo? ¿Se abrirá una verdadera investigación o quedará archivado como tantas otras víctimas de la violencia en Veracruz?
El sur del estado se encuentra bajo el asedio del crimen, mientras que el silencio oficial y la manipulación de los hechos solo contribuyen a fortalecer la impunidad. ¿Hasta cuándo se permitirá esta complicidad?
Redacción Reportaje Veracruzano