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Rocío Nahle visita la zona norte de Veracruz, un discurso de promesas y una realidad oculta

Poza Rica, Ver.- Este viernes 31 de enero, la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, llegó a la zona norte del estado con un discurso cargado de promesas sobre la seguridad, las inversiones y la mejora de las infraestructuras viales. A lo largo de su intervención, la gobernadora aseguró que se dedicará por completo durante este año a la rehabilitación de las carreteras del estado, mencionando su compromiso con las vialidades y su coordinación con el gobierno federal. “Veracruz se habla de turismo, empleo, inversiones, y de un Estado de Derecho”, afirmó Nahle, como si las palabras fueran suficientes para borrar los problemas profundos que atormentan a la entidad.

Sin embargo, a pesar de este discurso de esperanza, surgieron varias preguntas que la gobernadora no quiso abordar, dejando claro que las promesas de su gobierno no están siendo acompañadas por acciones tangibles para resolver los problemas reales de los veracruzanos.

El nepotismo: un mal silencioso que persiste en la región norte

El momento más tenso de la visita ocurrió cuando se abordó una pregunta directa sobre el nepotismo que impera en varios municipios de la región norte del estado. A pesar de los esfuerzos por exponer las prácticas de los alcaldes de Poza Rica y Cazones, quienes están promoviendo a sus hijos para las elecciones internas de Morena, cómo ejemplo más cercano, la gobernadora Nahle evitó tocar el tema y se fue. Su silencio ante la corrupción política local, que se manifiesta en la promoción de candidaturas familiares, dejó en evidencia que la lucha contra la corrupción no es una prioridad real de su gobierno.

El nepotismo sigue siendo una de las estructuras más arraigadas en la política de Veracruz. Los mismos actores políticos se perpetúan en el poder, y la falta de respuesta por parte de la gobernadora, que en otras circunstancias se ha mostrado combativa, abre un interrogante muy peligroso sobre su nivel de implicación o complacencia con estas prácticas. Este silencio ante un tema tan sensible no hace más que confirmar las sospechas de que la gobernadora es parte de un sistema político que no tiene interés en cambiar las reglas del juego.

Abuso de poder: la denuncia de un activista frente a la indiferencia estatal

A lo largo de la visita, se escuchó la denuncia de un activista de nombre Domingo proveniente de Tuxpan, quien relató un acto de abuso de poder perpetrado por elementos de la policía y la Marina. El activista denunció que las fuerzas de seguridad irrumpieron en su hogar sin autorización, acusándolo de tener restos humanos en su propiedad, una acusación que, según su testimonio, carecía de pruebas sólidas. Esta violación de derechos humanos no fue respondida por las autoridades locales ni por la gobernadora, quien, aunque estuvo en el lugar, no mostró ninguna disposición para abordar el tema de manera profunda.

Este acto de abuso de poder refleja la grave situación que enfrentan los ciudadanos en Veracruz, donde las autoridades parecen actuar con total impunidad, sin respetar las garantías individuales y sin rendir cuentas a la sociedad. La falta de respuesta de Rocío Nahle ante esta denuncia es un claro indicio de que el sistema de justicia en Veracruz está lejos de ser transparente o justo. Las promesas de seguridad y bienestar que la gobernadora mencionó en su discurso parecen ser solo un telón de fondo para ocultar la realidad de la represión y el abuso sistemático que sufren los veracruzanos.

Los proyectos sin avance: carreteras y fertilizantes

A pesar de la insistencia de Rocío Nahle en presentar su gobierno como una administración que prioriza el bienestar de los veracruzanos, lo cierto es que los proyectos clave siguen siendo promesas sin avances concretos. En cuanto a las carreteras, la gobernadora afirmó que se dedicaría este año a rehabilitar las vialidades más dañadas del estado. Sin embargo, cuando se le preguntó por las fechas y plazos específicos de las intervenciones, la respuesta fue vaga y carente de detalles. Si bien las obras de infraestructura son esenciales para el desarrollo económico de Veracruz, la falta de transparencia y la imposibilidad de concretar estos proyectos rápidamente son señales claras de que, en realidad, las obras se están utilizando como un discurso político más que como una acción efectiva.

Otro tema que fue mencionado en su discurso fue el proyecto de fertilizantes, que se firmó hace casi un año con Pemex y Mota Engil. Sin embargo, según la gobernadora, este acuerdo aún no ha avanzado de manera significativa. Aunque se asegura que la ingeniería básica ya está terminada, la falta de avances concretos en la implementación de este proyecto pone en duda la eficacia de su gobierno en la gestión de recursos clave para los sectores productivos del estado.

El vacío de la seguridad y las promesas incumplidas

En cuanto a la seguridad, Rocío Nahle reiteró que la situación en Veracruz ha mejorado y que la implementación de mesas de seguridad en varias localidades, como Coatzacoalcos, Minatitlán, Orizaba y Córdoba, está dando resultados. Sin embargo, los números de homicidios y otros delitos violentos en la región siguen siendo registrados día con día.

La reciente ola de violencia y el constante cuestionamiento a la eficacia del gobierno de Nahle no son solo problemas de percepción, sino una realidad tangible que afecta a todos los veracruzanos. El discurso de la gobernadora, con promesas de paz y prosperidad, se desvanece rápidamente cuando la seguridad en las calles sigue siendo una preocupación constante para los ciudadanos.

El saldo final: ¿una gobernadora alejada de la realidad?

La visita de Rocío Nahle a la zona norte de Veracruz dejó claro que el gobierno estatal sigue atrapado en un ciclo de promesas incumplidas y evasivas ante los problemas más graves que enfrenta la población. El silencio ante el nepotismo, la indiferencia ante el abuso de poder, y la falta de avances en los proyectos clave demuestran que el gobierno de Nahle no está dispuesto a enfrentar los desafíos más urgentes del estado. En lugar de promover una verdadera transformación, lo único que se está logrando es perpetuar las mismas estructuras corruptas que han mantenido a Veracruz en la oscuridad.

Mientras las promesas de la gobernadora se desvanecen, los veracruzanos seguirán enfrentando un sistema de gobierno que no les responde, que no cumple sus promesas y que, en lugar de generar justicia, solo alimenta la impunidad y la corrupción.

Marco Antonio Palmero Alpirez
Reportaje Veracruzano

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