Sigue sin aparecer el regidor de Poza Rica: crece la incertidumbre y la impunidad

Poza Rica sigue sumida en el desconcierto y la indignación. Ya pasó toda una noche desde que el regidor octavo, Víctor Manuel Benavides Cobos, fue privado de la libertad con violencia, y hasta el momento no hay rastro de su paradero ni avances concretos en la investigación.

A pesar de los operativos desplegados por el Ejército Mexicano y la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), que incluyen patrullajes en tierra y vigilancia aérea con drones, las autoridades guardan silencio sobre cualquier pista o indicio. Mientras tanto, el clima de inseguridad sigue creciendo en un municipio donde la violencia contra funcionarios, periodistas y ciudadanos se ha vuelto alarmante.

Un funcionario bajo la mira del crimen
Este no es el primer atentado que sufre Benavides Cobos. Apenas el 24 de enero, un grupo armado intentó dispararle en la entrada del hospital regional de Poza Rica, mientras realizaba labores altruistas. En aquel ataque, su colaborador Sergio Macías, alias “El Rocky”, fue secuestrado y liberado nueve días después.

Pese a los antecedentes de violencia, las autoridades minimizaron lo ocurrido, asegurando que el regidor solo «se resguardó» tras escuchar los disparos. Ahora, con su desaparición, la versión oficial queda en entredicho.

¿Justicia o simulación?
El secuestro de Benavides Cobos es el sexto caso de un funcionario levantado durante la administración del alcalde morenista Fernando Remes Garza. No es un hecho aislado, sino parte de un patrón preocupante que expone la vulnerabilidad del gobierno local ante el crimen organizado.

Cabe recordar que el mismo día del atentado contra Benavides Cobos, también fue secuestrado el periodista Alan García Zúñiga, quien apareció ocho días después, golpeado y con graves lesiones.

La ciudadanía exige respuestas, pero hasta ahora solo ha recibido silencio e indiferencia. La falta de información y resultados hace evidente la crisis de seguridad en Poza Rica y la incapacidad del gobierno para frenar la ola de violencia que azota la región.

Mientras tanto, la vida del regidor sigue en peligro. Y con cada minuto que pasa, la impunidad sigue ganando terreno.
Redacción Reportaje Veracruzano