Alerta RojaReportajesTuxpanVeracruz Norte

Código Rojo en Tuxpan: La violencia desborda a la autoridad mientras la Sedena y la Semar permanecen impotentes

Tuxpan, Ver. – Ni las bases militares de la Sedena ni el despliegue de la Semar han logrado frenar la ola de violencia que azota a Veracruz. La ejecución de Víctor Poisot, presunto propietario de la inmobiliaria IKALI, dentro de su despacho en pleno centro de Tuxpan, es una prueba más del colapso en seguridad que vive el estado.

El código rojo se activó en el municipio tras el ataque armado ocurrido este jueves al mediodía en un edificio ubicado sobre el bulevar Jesús Reyes Heroles, esquina con la calle Dr. Zozimo Pérez. A pesar de la rápida movilización de cuerpos policiacos y personal de la Marina, los sicarios lograron escapar sin dificultad alguna.

Una ejecución a plena luz del día y un Estado ausente

Testigos narran que al menos dos sujetos armados ingresaron hasta el tercer piso del inmueble y atacaron de forma directa a la víctima. No fue un robo ni un asalto al azar. Fue una ejecución meticulosa, perpetrada con total impunidad.

Los paramédicos acudieron al lugar solo para confirmar lo inevitable: Poisot ya no tenía signos vitales. Mientras tanto, agentes de la Policía Municipal, Secretaría de Seguridad Pública y Marina realizaron operativos sin éxito. Ni un solo detenido. Ni una sola pista sólida. Nada.

La escena se ha vuelto repetitiva en Veracruz: asesinatos impunes, códigos rojos que no sirven de nada y autoridades rebasadas. Todo esto ocurre en una ciudad que alberga diversas bases de Sedena y Semar, cuyos elementos, al parecer, no pueden—o no quieren—contener la barbarie.

Las fuerzas federales: un gasto millonario sin resultados

El gobierno estatal y federal insisten en que la presencia militar es clave para la seguridad en Veracruz. Sin embargo, los hechos desmienten sus discursos. ¿De qué sirven las bases militares si los sicarios pueden operar con absoluta libertad?

El asesinato de Víctor Poisot no es un caso aislado. Es la confirmación de que Tuxpan, como muchas otras ciudades del estado, está en manos del crimen organizado. Y la pregunta que nadie en el gobierno responde es: ¿hasta cuándo?

Redacción Reportaje Veracruzano

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba