Martínez de la Torre: la violencia sigue impune, otro ejecutado en la colonia Rodríguez Cano

¿Hasta cuándo? Francisco Arturo Téllez Aguilera es la nueva víctima de un municipio sumido en la inseguridad
Martínez de la Torre, Ver. – La sangre sigue corriendo en las calles de Martínez de la Torre mientras las autoridades se mantienen impávidas ante la imparable ola de ejecuciones. Este jueves, alrededor de las 20:15 horas, la colonia Rodríguez Cano se convirtió en escenario de otro crimen atroz: Francisco Arturo Téllez Aguilera fue brutalmente asesinado a plena calle Miguel Hidalgo, entre Emiliano Zapata y Fernando Gutiérrez Barrios.
Los vecinos escucharon entre cinco y seis detonaciones, seguidas de un sepulcral silencio. Cuando salieron, lo encontraron tendido boca abajo, agonizante. Pero, como es costumbre en este municipio, la ayuda llegó tarde y de nada sirvió: cuando los paramédicos acudieron, ya no había nada que hacer. La víctima había sucumbido a la violencia descontrolada que azota la región.
Operativos sin resultados: la farsa de siempre
Como en un guion repetitivo, policías municipales y estatales arribaron al lugar, aseguraron la zona, hicieron algunos rondines sin rumbo y, como era de esperarse, no lograron capturar a los responsables. Un protocolo vacío, una simulación de seguridad que ya no engaña a nadie.
Más tarde, la Policía Ministerial y los peritos llegaron para hacer su trabajo forense, levantar el cuerpo y trasladarlo al SEMEFO, donde, con toda probabilidad, quedará registrado como otro número más en la estadística de homicidios sin resolver.
Martínez de la Torre: tierra de nadie
Mientras la gente vive con miedo, los criminales operan con absoluta libertad. Los ciudadanos ya no solo temen salir de noche, ahora ni siquiera pueden confiar en la luz del día. La pregunta obligada es: ¿qué están haciendo las autoridades municipales y estatales para frenar esta barbarie?
Los discursos vacíos de los funcionarios de seguridad ya no son suficientes. La realidad es que la delincuencia ha tomado el control y la respuesta oficial sigue siendo la indiferencia. Martínez de la Torre se ha convertido en una tierra sin ley, donde la impunidad reina y los ciudadanos siguen siendo rehenes del miedo.
¿Cuántos más tendrán que morir antes de que las autoridades despierten de su letargo?
Redacción Reportaje Veracruzano