CorrupciónEstatalPoza RicaRegionalesReportajesVeracruz Norte

Nada que celebrar este 18 de marzo en Poza Rica: Pemex en decadencia

Mientras el 18 de marzo se viste de desfiles, discursos y homenajes en Poza Rica, la realidad petrolera del país se desmorona. La conmemoración de la Expropiación Petrolera, que en su momento simbolizó el auge y la autonomía energética de México, hoy se siente más como un eco del pasado que como una celebración del presente. Pemex, la empresa que alguna vez sostuvo la economía local, enfrenta una crisis estructural que impacta directamente a miles de familias.

Recorte de plazas y estancamiento económico

El reciente recorte del 10% en las plazas administrativas de confianza, confirmado por el Dr. Víctor Rodríguez Padilla, se suma a una serie de medidas que evidencian la fragilidad de la empresa. Aunque algunas fuentes hablan de un ajuste menor, la realidad es que la falta de estabilidad laboral en Pemex está generando un clima de incertidumbre en ciudades petroleras como Poza Rica.

Este ajuste se justifica con la supuesta eliminación de plazas creadas por compadrazgos y corrupción, pero el problema de fondo es otro: la empresa productiva del Estado está perdiendo capacidad operativa y financiera. Durante años, Pemex ha operado con una deuda que supera los $100,000 millones de dólares, convirtiéndose en una de las petroleras más endeudadas del mundo.

El impacto de esta crisis se siente en Poza Rica, donde la falta de inversión ha convertido a la ciudad en un reflejo de lo que fue, más que de lo que es. La derrama económica que en otras épocas generaba el sector petrolero ha disminuido drásticamente, afectando a comercios, transportistas y prestadores de servicios.

Proyectos detenidos y promesas incumplidas

Uno de los ejemplos más claros del deterioro de Pemex en la región es el estancamiento del proyecto de la planta de fertilizantes, que en su momento fue anunciada como una gran inversión para detonar la economía local. Hoy, la obra está detenida por falta de recursos y sin una fecha clara de reactivación.

El panorama se agrava con el declive en la producción de crudo. Datos oficiales muestran que Poza Rica pasó de producir más de 100,000 barriles diarios en su mejor época a menos de 15,000 barriles diarios en la actualidad. Sin un plan para diversificar la economía local, la ciudad sigue dependiendo de un Pemex en declive, sin opciones claras de recuperación.

Una celebración sin rumbo

A pesar de esta crisis, el desfile del 18 de marzo sigue adelante con la participación de aproximadamente 3,000 personas de 32 instituciones y asociaciones, recorriendo la Avenida Puebla y el bulevar Adolfo Ruiz Cortines. Por la tarde, un desfile tipo carnaval con comparsas y carros alegóricos llenará de música y baile las calles.

Pero, ¿qué estamos celebrando realmente? ¿El legado de Pemex o su colapso? ¿El nacionalismo energético o la falta de visión para el futuro?

Poza Rica necesita más que conmemoraciones. Urge un plan de desarrollo que impulse la inversión privada, el emprendimiento y nuevas alternativas económicas. La ciudad cuenta con talento, ubicación estratégica e infraestructura, pero sin liderazgo y voluntad política, seguirá dependiendo de un Pemex que ya no es el gigante que solía ser.

Este 18 de marzo, más que celebrar, es momento de cuestionar: ¿Seguirá Poza Rica esperando el rescate de una empresa moribunda o tomará en sus manos la construcción de su propio futuro?

Redacción Reportaje Veracruzano

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba