Descubren droga como confesó reportero de Presente Veracruz en Poza Rica

El Narcorompecabezas de Poza Rica: Los Villanueva, los reporteros que jugaron con fuego y droga

POZA RICA, Veracruz — El 1 de abril de 2025, la policía irrumpió en una sucursal de Corporativa Express en la colonia Benito Juárez, a pasos de una sucursal de Little Caesars Pizza, y decomisó un cargamento de droga tras una supuesta “inspección de rutina”. Pero este no es un caso más de narcotráfico en el violento norte de Veracruz. Es el desenlace de una bomba de tiempo que Ricardo Villanueva Aké, reportero de Presente Veracruz, detonó en 2023 bajo coacción, confesando una red criminal que él y su familia no solo habrían cubierto como periodistas, sino también tejido como protagonistas. Lo que hoy se confirma en paquetería es la prueba de que los Villanueva —Ricardo, su padre Jesús y su hermano Antonio— no eran meros observadores del submundo, sino sus villanos disfrazados de reporteros.

La confesión que los delató
El 3 de abril de 2023, Ricardo Villanueva fue secuestrado en Poza Rica. Un día después, emergió con vida, pero no antes de que un video grabado bajo amenaza lo expusiera todo. Con los ojos cerrados y la voz temblorosa, se identificó como reportero de Presente Veracruz y soltó una confesión que su familia luego intentó desmentir: él y su padre, Jesús Villanueva Hernández, director del medio, transportaban drogas y armas en vehículos rotulados con el logo de su periódico. Más aún, señaló a Corporativa Express en Benito Juárez —frente a “Pizzas Lilus”— como el epicentro de una operación que movía de 80 a 100 kilos de droga, recolectados por su colega Jorge García y un sujeto apodado “El Loncho”.

Aunque los Villanueva se deslindaron de esas palabras tras su liberación, alegando coacción, el hallazgo del 1 de abril de 2025 en el exacto lugar que Ricardo nombró no deja espacio para dudas: no era una invención de sus captores, sino una verdad que intentaron sepultar. Los villanos de esta historia no son solo los narcos anónimos; son los reporteros que usaron su pluma como coartada y su medio como fachada.

Una familia en el corazón del crimen
La confesión de Ricardo no se detuvo en la paquetería. Reveló que su hermano, Antonio de Jesús Villanueva, lleva cinco años preso por secuestro, un delito ligado, según él, a su apoyo a la “Vieja Escuela” de Los Zetas. Pero aquí hay un giro: Ricardo insinuó que esa condena podría ser un montaje, sugiriendo que Antonio goza de protección a nivel fiscalía. ¿Un chivo expiatorio para mantener limpia la imagen de la familia o un peón sacrificado en un juego más grande? Sea como sea, los Villanueva parecen intocables, con conexiones que alcanzan al alcalde Fernando Remes y a elementos de la policía municipal y estatal, según la propia confesión de Ricardo.

El padre, Jesús Villanueva, no sale mejor librado. Días antes del secuestro de Ricardo, denunció que un comisario municipal, Ezequiel González, había advertido a su hijo: “Pórtate bien, porque me dijeron que van a levantar a un periodista”. ¿Era una amenaza o una advertencia de alguien que sabía demasiado? Lo cierto es que Jesús, como cabeza de Presente Veracruz, no solo habría tolerado, sino dirigido la operación de narcotráfico que su hijo confesó, convirtiendo su medio en un brazo logístico del crimen organizado.

Cómplices en las sombras
El video de Ricardo también apuntó a figuras clave que habrían facilitado el imperio de los Villanueva. Felipe Santés, comisionado de la Policía Estatal, fue señalado como protector de los “Bocholos” en Tihuatlán —extorsionadores y narcos— y como escolta personal de sicarios tras ejecuciones en Poza Rica, guiándolos hasta la sierra del Totonacapan. Ruth Alamilla, ejecutada desde entonces, y sus familiares Suemy y Uriel fueron acusados de contratar asesinos foráneos para venganzas sangrientas, como el asesinato de un petrolero en la carretera Poza Rica-Tihuatlán, todo bajo el amparo de Santés. Pero, ¿quién protegía a los Villanueva mientras movían droga por Corporativa Express? La amistad con Remes y la policía local, según Ricardo, era su escudo.

El silencio oficial y la farsa de la justicia
Las autoridades han respondido al decomiso con evasivas: “irregularidades en un paquete sospechoso” detectadas en una inspección de rutina, dicen, sin detallar la cantidad o tipo de droga. La Fiscalía General del Estado, que supuestamente investiga, calla sobre el origen y destino del cargamento. ¿Por qué tanta opacidad? Quizá porque destapar este caso implicaría señalar a los Villanueva y a sus aliados en el poder, desde la policía hasta el ayuntamiento. Corporativa Express, por su parte, guarda silencio, dejando abierta la pregunta: ¿es una víctima o un engranaje más en esta maquinaria criminal?

Los villanos al descubierto
El decomiso en Corporativa Express no es un incidente aislado; es la culminación de una historia que los Villanueva quisieron borrar. Ricardo, Jesús y Antonio no eran periodistas valientes enfrentando al narco; eran los villanos que lo alimentaban, usando Presente Veracruz como cortina de humo y Corporativa Express como su vía de distribución. Mientras Poza Rica se desangra entre cárteles y corrupción, este hallazgo exige respuestas: ¿Cuánto sabían Remes y Santés? ¿Por qué la fiscalía protege a esta familia? Y, sobre todo, ¿cuántos kilos más han pasado por esas puertas sin que nadie lo note?

Los Villanueva jugaron con fuego y droga, y el 1 de abril de 2025, el fuego los alcanzó. Este no es solo un caso de narcotráfico; es el colapso de una fachada periodística que escondía a los verdaderos criminales. La verdad está a la vista, y ya no hay coacción que la silencie.

CONFESIÓN RICARDO VILLANUEVA
Soy Ricardo Villanueva, reportero del periódico Presente.
También le quiero informar que, en compañía de mi papá (Jesús Villanueva), transportamos drogas y armas a bordo de los vehículos que cuentan con logotipos del periódico (Presente Veracruz).
También le quiero informar que mi hermano fue detenido por secuestro, por apoyar a la Vieja Escuela(Zetas).
Asimismo mi compañero Jorge García Transporte droga con un sujeto que le dicen el Loncho (raptado en la 27 un día antes de Ricardo) de 80 a 100 kilos, la recogen en una paquetería de nombre express que se encuentra en la colonia Benito Juárez frente a la pizzas, pizzas lilus (dando referencia de paquetería corporativa express, que se encuentra cerca de Little Cesars pizzas) el sujeto vive en Kawatzin del municipio de Coatzintla
En nombre de Felipe Santés (Policía Estatal), está apoyando a los Bocholos, unos sujetos que se encuentran en Tihuatlán cobrando piso, extorsionando a la gente y dedicándose a la venta de droga.
Asimjismo, también están apoyando a Ruth Alamilla(Ejecutada), Suemi Alamilla y Uriel Alamilla.
Estas personas contratan gente de lejos para matar, para ejecutar. Esto derivado de que presentó un ataque hace unas seemanas.
Encontré detenido a sus familiares, por coraje, por represalias.
Contrata sujetos no identificados, sicarios, y los manda a matar, como en este caso fue la ejecución planeada de dos personas y dos heridas.
Y uen la carretera Poza Rica-Tihuatlán, donde mató a su pareja sentimental, un petrolero.
Todo eso con protección de Santés, el policía estatal de Poza Rica, con jurisdicccoión en Coatzintla-Tihuatlán.
Asimismo, también le quiero informar que, en el hecho violento que aconteció en la colonia Ochoa, Santés (Policía Estatal) me informó que fue Ruth Alamilla quien ordenó esa ejecución.
Asimismo, mandó a un taxista halconear, marcado con el número 2509.
Ese taxista es hermano de uno de los escoltas que nosotros traemos de protección (Protección Federal CEAPP).
A través de una llamada que le realizamos, él lo liberó y continuó su camino, así como ha dado mucha protección a los Reverianos, al Guerra, que se encuentra trabajando en Tulancingo y sus alrededores.
Asimismo, les da protección; incluso Santés sube hasta la sierra del Totonacapan, cuando no es jurisdicción de él, y tiene que estar protegiendo a las personas que ejecutan homicidios.
En este caso, tres personas identificadas como el Chino, el Hugo y la Pucana.
Son tres personas involucradas en una ejecución en una localidad de El Arenal, allá en la sierra del Totonacapan.
Asimismo, cuando suceden ejecuciones en Poza Rica, les da protección. Los sigue para que no sean detenidos, vistos por alguna otra corporación o arrestados por algún compañero de ellos.
Los espera a que lleven a cabo la ejecución, el levantón, y posteriormente los acompaña a la salida y los escolta hasta la sierra del Totonacapan. Reza en su confesión Ricardo Villanueva
Redacción Reportaje Veracruzano