Exfuncionario municipal es capturado con cocaína en un bar de Papantla

Papantla, Ver. — 7 de abril de 2025 — Lo que por años se ha rumorado en los pasillos del poder papanteco comienza a tomar forma con hechos concretos: la detención de Carlos B., ex secretario del Ayuntamiento y ex titular del Registro Civil, deja en evidencia los oscuros hilos de corrupción y presunto narcomenudeo que se tejen detrás de los escritorios municipales y las fiestas de bar.
El operativo ocurrió la noche del domingo 6 de abril, alrededor de las 22:00 horas, cuando elementos de la SEDENA, Policía Estatal y Municipal realizaron una redada en bares y cantinas del municipio. Fue en el bar “Tamacuache”, ubicado en la calle 16 de Septiembre, donde cayó uno de los suyos: Carlos B., hombre de confianza de los exalcaldes Mariano y Marcos Romero.
El exfuncionario fue sorprendido con una sustancia con las características de la cocaína en su poder, en medio de una velada etílica acompañado de otras personas. Al momento de la revisión mostró una actitud evasiva y opuso resistencia a los elementos castrenses, lo que no impidió que fuera esposado y trasladado para rendir cuentas ante la Unidad Integral de Procuración de Justicia del Octavo Distrito Judicial.
¿Cuántos más están implicados? La pregunta retumba entre los ciudadanos mientras el caso pone bajo la lupa las gestiones municipales pasadas, particularmente las encabezadas por los Romero, quienes ahora deben responder —al menos moralmente— por la conducta de quienes colocaron en cargos clave.
No se trata de un hecho aislado. La captura de este personaje se da en medio de crecientes señalamientos sobre la infiltración del narcomenudeo en estructuras institucionales de Papantla. Las redes del poder local, al parecer, han protegido por años a figuras que hoy comienzan a caer… pero ¿cuántos más faltan?
En medio del descrédito institucional y el hartazgo ciudadano, esta detención podría ser el punto de quiebre o una simple cortina de humo si las autoridades no profundizan en las investigaciones. La sociedad exige más que un chivo expiatorio: quiere saber cuántos exfuncionarios más tienen vínculos con el crimen organizado, quiénes los encubrieron y si el narco financió campañas, silencios o candidaturas.
Papantla está herida. Y esta herida, esta vez, supura cocaína y poder.
Redacción Reportaje Veracruzano