Justicia vecinal en Acayucan: capturan y amarran a presunto asaltante tras violento atraco a joven

La noche de ayer lunes, la furia contenida de un barrio cansado de la delincuencia estalló. En una escena que evoca los límites entre la justicia comunitaria y el riesgo de la barbarie, habitantes del barrio San Diego, en Acayucan, sometieron, golpearon y amarraron a un presunto delincuente que minutos antes había despojado violentamente a una joven de sus pertenencias.
El hecho se registró sobre la calle Miguel Hidalgo, entre Juan Sarabia y Belisario Domínguez, alrededor de las 22:00 horas. Según testigos, la víctima acababa de salir de un gimnasio cuando fue interceptada por un hombre que la amenazó para arrebatarle sus pertenencias.

El grito de auxilio no tardó en movilizar a los vecinos. Hombres y mujeres salieron de sus hogares y, con una organización espontánea, dieron alcance al presunto agresor. Una vez acorralado, fue amarrado a un poste, inmovilizado y golpeado por algunos de los presentes. Varios videos del incidente circularon rápidamente en redes sociales, generando una ola de comentarios divididos entre la indignación y el respaldo ciudadano.
La tensión escaló al punto de requerir la intervención de patrullas municipales y estatales. Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) arribaron al lugar para evitar que la situación derivara en un linchamiento. El sujeto fue asegurado y trasladado a la cárcel preventiva municipal, donde quedó a disposición de las autoridades correspondientes.
Por su parte, la joven víctima fue invitada a presentar la denuncia formal para integrar la carpeta de investigación, pieza clave para que se puedan fincar responsabilidades.

Un síntoma del hartazgo social
Este suceso no es aislado. En los últimos meses, los brotes de justicia por mano propia han aumentado en diversas regiones de Veracruz, en gran parte como reflejo de la percepción de impunidad e inseguridad. En barrios como San Diego, donde los robos se han vuelto cotidianos, la paciencia vecinal parece estar al límite.
Expertos en derechos humanos y seguridad advierten que este tipo de acciones, aunque comprensibles desde el dolor social, pueden desencadenar consecuencias legales tanto para víctimas como para agresores. No obstante, el mensaje enviado por la comunidad es claro: están dispuestos a defenderse, aun sin la presencia inmediata de las instituciones.
Redacción Reportaje Veracruzano