LLAMAS QUE SOSPECHAN: INCENDIO EN NOGALES REAVIVA TEMORES SOBRE ECOCIDIO INTENCIONAL

Nogales, Veracruz.– En lo profundo del ejido Héroes de la Independencia, las brasas aún humean sobre una hectárea de tierra calcinada. Pero más allá del terreno chamuscado, lo que arde ahora es la sospecha: el incendio forestal que movilizó a más de 70 brigadistas podría no haber sido un accidente.
La emergencia, que comenzó la tarde del domingo y fue sofocada entrada la noche tras más de cuatro horas de combate cuerpo a cuerpo con el fuego, despertó alertas por una posible causa intencional. La sospecha no es gratuita. Como lo expresó el propio alcalde Ernesto Torres Navarro: “No es normal. Hay algo que no cuadra. El clima ha estado húmedo, con frío… ¿por qué habría fuego?”

Naturaleza sitiada: un patrón que se repite
Aunque los esfuerzos heroicos evitaron una tragedia mayor —protegieron zonas ecológicamente sensibles que aún se recuperan de incendios previos en 2024—, la comunidad teme que la mano del hombre esté detrás de la chispa, posiblemente con fines de invasión de tierras, cambio de uso de suelo o represalias silenciosas.
“No fue espontáneo. No en estas condiciones. Ya no es sólo fuego: es estrategia”, dijo un brigadista con experiencia, que pidió el anonimato.
Resistencia civil frente al fuego
A pesar de la incertidumbre, lo que brilló esa noche no sólo fueron las llamas, sino la coordinación efectiva de cuerpos de emergencia y la valentía de los habitantes, quienes se sumaron con cubetas, palas y fuerza de voluntad.
Luis Alfredo Bautista Oropeza, director de Protección Civil municipal, reconoció que sin la colaboración inmediata, el saldo habría sido mucho peor. El fuego no se propagó a zonas críticas gracias a la rapidez de acción, pero la amenaza de fondo permanece.
“Debemos estar alertas, sí. Pero también debemos cambiar el chip: la conciencia ambiental no puede ser solo en temporada de incendios, debe ser parte de la vida diaria”, subrayó Bautista.
La emergencia no termina con las cenizas

Mientras el área se vigila para evitar rebrotes, las investigaciones deben ahora apuntar hacia el origen del fuego. La impunidad, en estos casos, es un riesgo doble: para el ecosistema y para la credibilidad institucional. Si fue provocado, ¿quién gana? ¿Quién lucra con el verde convertido en gris?
En una región donde el bosque lucha por sobrevivir entre intereses políticos, tala ilegal y la voracidad inmobiliaria, cada hectárea perdida sin justicia es una herida más abierta al territorio.
Nogales vuelve a salvarse, pero por poco. Y con cada chispa sin explicación, la confianza en que el fuego es natural se desvanece. Lo que queda claro es que cuando la tierra habla con humo, alguien la hizo gritar.
Redacción Reportaje Veracruzano