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Nombramiento “Patito” en Bienestar: Ky Durán, el protegido de Gómez Cazarín, hunde la credibilidad de la 4T en Veracruz


Veracruz, Ver., 21 de agosto de 2025. – El nombramiento de Ky Durán Chincoya como director regional de Bienestar en el puerto de Veracruz es, simple y llanamente, un fraude institucional. Carece de validez legal porque jamás recibió la ratificación de la titular de la Secretaría del Bienestar, Ariadna Montiel, como marca el procedimiento.

Pero nada de esto importó al diputado Juan Javier Gómez Cazarín, quien, fiel a su costumbre de inflar a sus incondicionales con documentos “chafas”, fabricó la designación con el único propósito de beneficiar a su protegido. El autoproclamado “operador político de cabecera” de Rocío Nahle se comporta como si estuviera por encima de la ley, convencido de que el poder que presume le otorga impunidad absoluta.

El problema no es solo la simulación. Detrás del nombramiento ilegítimo se esconde un personaje que carga con antecedentes cuestionables y un amplio rechazo social. Ky Durán nunca ha sido reconocido por la comunidad lésbico-gay como representante, aunque él intente presentarse con esa investidura. Muy por el contrario: ha sido desconocido y repudiado desde siempre.

Apenas se sintió intocable, comenzó a mover piezas dentro de la dependencia, generando descontento entre los trabajadores, que ya amenazan con sacar a la luz sus “trapitos al sol”: prácticas de sectarismo, favoritismo descarado y un trato indigno a los beneficiarios de los programas sociales, en especial a los adultos mayores.

El episodio más evidente ocurrió con un grupo de vecinos del fraccionamiento Reforma, a quienes prometió resolver demandas urgentes. Tras posar como su gestor y crear un chat de WhatsApp para “estar en contacto”, simplemente dejó de responderles. La decepción y el enojo de los adultos mayores es mayúsculo: una afrenta directa a quienes deberían ser la prioridad del Bienestar.

Para colmo, Durán impuso dentro de la delegación a su favorito, Víctor Leal, un oscuro personaje sin preparación ni jerarquía, que se ha convertido en su operador de confianza. Empleados de la dependencia lo señalan no solo por su improvisación, sino por ser el presunto “conseguidor” de placeres personales de su jefe, en una dinámica tan turbia como degradante.

Lo que hoy ocurre en la oficina regional de Bienestar en Veracruz no es un hecho menor: revela cómo los intereses políticos y el amiguismo de Gómez Cazarín colocan a improvisados en puestos clave, a costa de los adultos mayores, los más pobres y vulnerables, que son los que terminan pagando los platos rotos de esta simulación.

El caso de Ky Durán es un espejo que exhibe la peor cara de la 4T en Veracruz: arrogancia, imposición y desprecio hacia la gente que dice defender.


Redacción Reportaje Veracruzano

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