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Una trampa mortal en la Sierra Totonaca: silencio, muerte y abandono en la carretera a Entabladero

Espinal, Ver.- Un joven perdió la vida de forma trágica y solitaria en un rincón olvidado de la Sierra Totonaca, en un accidente que más que fortuito, parece ser el resultado directo del abandono institucional y la indiferencia hacia los caminos rurales de Veracruz.

El siniestro ocurrió la tarde del lunes 7 de abril, cerca de las 18:00 horas, sobre el tramo carretero que conecta Melchor Ocampo con Entabladero, en el municipio de Espinal. El vehículo, un Volkswagen Vento azul metálico con placas del estado de Oaxaca, terminó volcado en el fondo de un socavón, junto a un riachuelo y bajo la sombra de un árbol que pareciera esconder la tragedia.

El conductor —un hombre de aproximadamente 30 años— murió al instante. Su cuerpo quedó atrapado entre los hierros retorcidos de la unidad, que sufrió severos daños. Lo más inquietante: el sitio del accidente carece totalmente de señalización, advertencias o barreras de protección. Es, en pocas palabras, una trampa mortal.

Fueron transeúntes quienes, consternados por la escena, dieron aviso a las autoridades. A su llegada, los cuerpos de emergencia solo pudieron confirmar la ausencia de signos vitales y activar el protocolo legal para acordonar el área y notificar a la Fiscalía Regional de Papantla.

Hasta el cierre de esta edición, la identidad del fallecido continúa siendo desconocida. Sin embargo, lo que sí ha quedado claro es que la muerte en esa curva no fue producto del azar, sino de la omisión sistemática de un Estado que permite que los caminos rurales se conviertan en rutas de muerte.

¿Cuántas víctimas más son necesarias para que los gobiernos municipales y estatales dejen de ignorar la geografía profunda de Veracruz? ¿Cuántas muertes anónimas más se esconderán bajo los árboles, los riachuelos y los baches de la Sierra Totonaca?

Mientras los políticos inauguran obras en ciudades, los pueblos caminan sobre caminos rotos, invisibles, desprotegidos. Y a veces, como ayer, esos caminos también matan.

Redacción Reportaje Veracruzano

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