¡Aplastado por la impunidad! Exigen justicia por pescador arrollado por convoy de Morena mientras la FGE protege a los poderosos

Por Redacción Reportaje Veracruzano
Uxpanapa, Ver. – 8 de mayo de 2025.
El clamor de una familia devastada por el dolor resuena como una sentencia que ningún gobierno debería ignorar: “No queremos dinero, queremos justicia”. José Luis Chipahua, un pescador honesto y padre de familia, fue arrollado brutalmente por una camioneta sin placas que formaba parte del convoy del dirigente estatal de Morena, Esteban Ramírez Zepeta, en Uxpanapa. Hoy, sus dos hijos han quedado huérfanos, y su viuda enfrenta no solo la pérdida, sino también la infame indiferencia institucional.

La camioneta —que fue abandonada en el lugar de los hechos como quien desecha un objeto inservible— formaba parte del aparato político de un partido que se dice del pueblo, pero que acelera sobre él cuando estorba en la ruta de la propaganda electoral.
El silencio oficial se ha vuelto cómplice. La Fiscalía General del Estado, lejos de investigar a fondo, ha bloqueado sistemáticamente a la familia, negándose incluso a recibir formalmente la denuncia. Peor aún: funcionarios intentaron cerrar el caso mediante un “acuerdo verbal”, como si la vida de un pescador valiera menos que la comodidad de un político en campaña.
La familia desmiente tajantemente las versiones de Morena, que en redes sociales afirman que se está brindando apoyo. “No hemos recibido ni una llamada ni una disculpa, mucho menos justicia”, denunciaron entre lágrimas.
Mientras tanto, la gobernadora Rocío Nahle guarda silencio. La misma mandataria que exige lealtad ciega a su partido, hoy le da la espalda a una familia que lo único que pide es que el crimen no quede impune.
¿Dónde están los fiscales anticorrupción? ¿Dónde está la justicia que prometieron con banderas guindas y discursos de cambio? ¿Hasta cuándo seguirán protegiendo con el manto del poder a los operadores de la maquinaria política?
José Luis Chipahua no murió en un accidente: fue víctima del desprecio por la vida de los que gobiernan desde sus camionetas blindadas sin placas, creyéndose intocables.
La familia no pide limosna, no exige favores. Solo alza la voz en nombre de una palabra que en Veracruz parece haberse perdido: JUSTICIA.
Redacción Reportaje Veracruzano