Colapso ambiental a la vuelta de la esquina: el infierno diario en Minatitlán

Otro incendio evidencia el abandono y la acumulación de riesgos letales en corralones irregulares
MINATITLÁN, VER. — El termómetro volvió a romper récords y, con él, también estallaron las alarmas: un incendio de alto riesgo se registró este miércoles en un corralón ubicado cerca de la planta de asfalto CIEG, sobre la carretera Cosoleacaque–Nuevo Teapa. Mientras el fuego devoraba láminas, neumáticos y vidrios almacenados en condiciones precarias, los equipos de Protección Civil y Bomberos actuaban como única barrera entre las llamas y una tragedia mayor.

Pero lo ocurrido no es un caso aislado: es el síntoma de una ciudad que acumula riesgos como si fueran basura. Según reportes oficiales, este punto ya había sido señalado por representar un foco rojo, dada la naturaleza inflamable de los materiales allí depositados sin control ni supervisión ambiental. Sin embargo, ninguna autoridad preventiva intervino a tiempo. El fuego hizo lo que la regulación no: evidenció la negligencia.

“Son terrenos sin dictámenes actualizados, sin planes de contingencia, sin accesos seguros para emergencias”, comentó a este medio un bombero que participó en las maniobras, solicitando el anonimato ante posibles represalias. “Cada que venimos a uno de estos sitios, sabemos que vamos a improvisar con la muerte”.
Las temperaturas, que han superado los 40 grados centígrados en la región, funcionan como detonantes perfectos para estos cúmulos de material inflamable que abundan en patios, talleres y predios sin regulación. Aunque la intervención de los cuerpos de emergencia logró controlar el siniestro sin víctimas, no todos los fuegos pueden apagarse a tiempo.

Actualmente, el lugar continúa bajo labores de enfriamiento, mientras las autoridades emiten llamados a la ciudadanía para reportar incendios al 911 o al número local 922 349 8232. No obstante, la pregunta que flota entre la humareda es clara: ¿cuántos incendios más deben ocurrir antes de que Minatitlán actúe con responsabilidad ambiental y urbana?
El silencio institucional es tan denso como el humo: no hay reportes sobre sanciones, clausuras o planes de reubicación de estos depósitos irregulares. Y mientras tanto, los bomberos—cada vez más expuestos, con menos recursos y sin descanso—siguen conteniendo las llamas que la desidia gubernamental deja crecer.
Redacción Reportaje Veracruzano