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Dormir en la calle por justicia: jubilados veracruzanos exigen con dignidad el pago del Seguro Institucional

Xalapa, Ver. — Con cartulinas en mano y la dignidad por delante, decenas de maestros jubilados y pensionados pasaron la noche en la calle Enríquez, frente al Palacio de Gobierno, exigiendo lo que les pertenece: el pago del Seguro Institucional que se les ha retenido desde la administración de Javier Duarte y que, hasta la fecha, sigue sin entregarse.

El plantón, que cumple ya más de 24 horas, no es una protesta improvisada. Es la voz de quienes dedicaron su vida a la enseñanza y ahora enfrentan el olvido institucional. Las autoridades estatales les han ofrecido la promesa de incluirlos en un decreto para contratar una aseguradora que cubra sus derechos; sin embargo, los docentes exigen más que palabras: quieren compromisos firmados, fechas claras y pagos efectivos.

“Nos han mentido demasiadas veces”, reclamó la maestra Rosario Rojas Aragón, una de las voceras del movimiento. “No nos vamos a mover si no hay un acuerdo por escrito. Dicen que ya se contratará una aseguradora, pero eso no resuelve el adeudo histórico. Queremos que se nos pague lo atrasado, y que nos den certezas, no discursos.”

El punto más grave, según explicó la profesora María Carolina Eugenio, es que los descuentos a los trabajadores de la educación básica —aproximadamente 45 mil docentes— sí se aplicaron, y la partida federal correspondiente sí se transfirió. Sin embargo, en lugar de utilizarse para asegurar a los jubilados, el dinero se quedó en la Secretaría de Finanzas y Planeación (SEFIPLAN), donde aparentemente se esfumó sin dejar rastro.

“¿Dónde quedó ese dinero?”, cuestionó Eugenio. “El exgobernador Cuitláhuac García dijo públicamente que el presupuesto estaba asegurado. Entonces, ¿qué ocurrió? ¿A qué bolsillos fue a parar? No queremos más simulación.”

Además, denunció que el reciente decreto publicado en la Gaceta Oficial del Estado, fechado el 7 de mayo, solo contempla a trabajadores activos del sistema educativo, dejando fuera de la cobertura a los jubilados, quienes son, paradójicamente, los más vulnerables.

Un mercado millonario con víctimas invisibles

El gobierno estatal ha planteado que incluir a los jubilados podría resultar viable económicamente para cualquier aseguradora, dadas las utilidades que representa un mercado de más de 120 mil asegurados. Pero los jubilados advierten que nada de eso está sustentado en papel: no hay minuta firmada, ni cláusula añadida al decreto, ni un calendario oficial de pagos.

Los manifestantes han dejado claro que no buscan dádivas ni favores, sino el cumplimiento de obligaciones legales y éticas. Y si para ello deben dormir en la calle, lo harán cuantas veces sea necesario.

“No somos limosneros. Somos trabajadores que ya pagamos ese seguro. Solo queremos lo justo”, resumió una maestra con voz firme mientras mostraba su cartulina frente a Palacio.

Mientras tanto, en el corazón de Xalapa, las carpas siguen de pie. Y con ellas, también la resistencia de miles de maestros jubilados que no se rinden frente al olvido ni a la indiferencia gubernamental.


Redacción Reportaje Veracruzano

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