¡Código Rojo en Chicontepec! Grupo armado secuestra a dos policías y se roba patrulla; Estado, Guardia Nacional y Sedena sitian la zona
CHICONTEPEC, VERACRUZ – La violencia ha rebasado los límites del silencio institucional. Este lunes se activó el Código Rojo en la región norte de Veracruz luego de que un grupo armado —a bordo de varias camionetas— interceptara una patrulla en la carretera Tecomate-Chicontepec, en dirección hacia Ahuateno, y secuestrara a dos elementos policiacos, además de llevarse la unidad oficial.
El reporte ciudadano que detonó la alerta ha sido confirmado de manera preliminar por fuentes locales y de seguridad. En cuestión de minutos, decenas de unidades federales, estatales y municipales colapsaron los accesos y salidas de Chicontepec, instaurando un cerco militar-policial que ha semiparalizado la vida de comunidades como Tecomate y alrededores.
El nivel de tensión es extremo. Se solicitó apoyo aéreo urgente, y la SEDENA ya instaló un retén en el crucero de San Sebastián, municipio de Tantoyuca, como parte de un operativo de búsqueda y rescate que, hasta el momento, no ha dado con el paradero de los policías secuestrados.
La zona se ha convertido en un campo de guerra no declarado. El despliegue de fuerza por parte de las autoridades podría parecer intimidante, pero llega tarde para los elementos que fueron levantados por este comando armado que no temió desafiar al Estado en pleno día.
Las autoridades no han emitido aún un comunicado oficial con nombres, números ni resultados. Silencio, opacidad e incertidumbre rodean este caso mientras las familias de los policías desaparecidos viven horas de angustia sin respuestas claras.
La recomendación urgente es no viajar hacia Chicontepec ni sus comunidades cercanas. El área permanece bajo máxima alerta de seguridad, con bloqueos, revisiones y presencia militar activa. La pregunta obligada es: ¿qué grupo criminal se atrevió a semejante operación y por qué?
En una región históricamente golpeada por la marginación, la corrupción institucional y el olvido estatal, este acto de fuerza criminal no solo es un desafío a las autoridades, sino un grito de alarma para un Veracruz que arde por dentro.
Redacción Reportaje Veracruzano
