Ejecutan al director del CERESO de Tuxpan: amenazas cumplidas y una nueva alerta sobre la violencia penitenciaria en Veracruz

Tuxpan, Ver. | 18 de junio de 2025
Por la Redacción de Reportaje Veracruzano
Antonio Huesca Figueroa, director del Centro de Readaptación Social (CERESO) de Tuxpan, fue asesinado a balazos alrededor de las 22:00 horas del martes 17 de junio, mientras conducía su automóvil Volkswagen Jetta blanco por la calle Garizurieta, entre 2 de Abril y Fausto Vega Santander, en pleno centro de la ciudad . Testigos refieren que un comando le cerró el paso y disparó en repetidas ocasiones; los primeros peritajes contabilizan más de una decena de casquillos percutidos.
Elementos de la Guardia Nacional, la Secretaría de Marina y la Policía Estatal acordonaron inmediatamente la zona. Agentes ministeriales y peritos criminalistas levantaron los indicios balísticos y trasladaron el cuerpo al Servicio Médico Forense (SEMEFO) para la necropsia de ley .
Antecedentes: la narcomanta de marzo
El homicidio ocurre tres meses después de que desconocidos colocaran una lona con amenazas directas contra Huesca Figueroa en las letras monumentales del bulevar Independencia. El mensaje advertía que “el que avisa no traiciona” y exigía cambios en la operatividad del penal . La manta fue retirada por policías estatales y municipales, pero la Fiscalía nunca informó avances sobre aquella investigación.

Hipótesis de investigación
- Represalia por control penitenciario
Fuentes de seguridad no descartan que grupos delictivos buscaran imponer condiciones en el penal —tráfico de estupefacientes, cobro de cuotas o privilegios para internos— y que las recientes medidas disciplinarias desencadenaran la ejecución. - Venganza interna
El CERESO de Tuxpan ha enfrentado quejas por presuntos abusos y traslados disciplinarios. Una línea indaga si algún recluso de alto perfil ordenó el ataque desde dentro. - Escalada contra funcionarios
De 2019 a 2024, al menos veinte funcionarios y exfuncionarios veracruzanos fueron asesinados, según un recuento hemerográfico de Diario de Xalapa . La ejecución de Huesca Figueroa vuelve a exhibir la vulnerabilidad de quienes dirigen instituciones estratégicas.
Reacción oficial
La Secretaría de Seguridad Pública confirmó que “se reforzará la custodia interna y externa del centro penitenciario” y que un grupo especial de la Fiscalía General del Estado quedó a cargo de la carpeta de investigación. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición no se han anunciado detenciones ni una postura pública del Gobierno del Estado.
La mirada experta
Especialistas en seguridad consultados advierten que la muerte de un director penitenciario suele seguirse de reacomodos violentos dentro del reclusorio y de mayor presión sobre mandos medios:
- Riesgo de motines: en días posteriores, el penal suele convertirse en escenario de disputas por el control interno.
- Amenazas a personal: custodios y trabajadores administrativos quedan expuestos a nuevas extorsiones o agresiones si no se establecen protocolos de protección.
- Efecto cascada: cada asesinato de un alto mando erosiona la moral y la capacidad del sistema penitenciario.
Lo que sigue
- Operativo permanente en alrededores del CERESO y rutas de traslado de personal.
- Auditoría interna sobre privilegios, padrinazgos y flujos económicos ilegales dentro del penal.
- Coordinación interinstitucional con la Secretaría de Marina y Guardia Nacional para impedir fugas o motines.
- Monitoreo a futuras amenazas; colectivos de derechos humanos piden protocolos de protección para directores y subdirectores de todos los centros penitenciarios de Veracruz.
La ejecución de Antonio Huesca Figueroa confirma el escenario de alto riesgo en que operan los responsables de reclusorios en Veracruz. Las autoridades tienen ahora la obligación de esclarecer el crimen, castigar a los responsables y, sobre todo, blindar un sistema penitenciario cuyas fracturas siguen propiciando violencia tanto dentro como fuera de sus muros.
Redacción Reportaje Veracruzano