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¡BASTA DE IMPUNIDAD! TORTURARON A JUAN CARLOS Y AHORA LO QUIEREN SILENCIAR: SILENCIO CÓMPLICE DE PATRICIA LOBEIRA Y SU POLICÍA CORRUPTA

Por Redacción | Reportaje Veracruzano

Veracruz, Ver.— ¿Hasta dónde van a llegar? ¿Cuántos dedos quebrados, cuántos huesos destrozados y cuántos cuerpos torturados necesita este sistema para reaccionar? Juan Carlos Cuevas Reyes, activista de la Resistencia Veracruzana, sigue herido, mutilado, atemorizado y completamente solo, mientras los verdugos que lo destrozaron física y emocionalmente siguen sueltos, protegidos por el silencio cómplice del poder municipal y estatal.

Las huellas de la tortura son visibles aún después de que han pasado varios días, y Patricia Lobeira de Yunes «calla como momia».

La alcaldesa Patricia Lobeira de Yunes no ha dicho ni una palabra. Ni una. Su policía, sus tránsitos, su aparato jurídico son parte de la maquinaria de represión que secuestró, torturó y amenazó de muerte a un ciudadano que lo único que hizo fue exhibir la corrupción de los retenes ilegales y las extorsiones descaradas.


Ahora Juan Carlos teme por su vida. Y con razón.

Después de sobrevivir al infierno —fracturas, pinzas en los genitales, golpes brutales—, los mismos sujetos que se identificaron como “gente del cártel” le extrajeron sus datos personales. Le dijeron que sabían dónde vivía, quién era su familia, con quién hablaba. El mensaje fue claro: “la próxima vez no vivirás para contarlo”.

Y mientras tanto, ¿qué hace la Fiscalía?
Nada.
¿El gobierno estatal?
Silencio.
¿El jurídico municipal?
Encubrimiento.

¡Y que nadie se atreva a llamarlo “caso aislado”! Esto es un modus operandi. Una estrategia de terror institucional. Una forma de enviar el mensaje de que quien denuncie la corrupción será triturado como escarmiento público.

Hasta el hospital fue a parar Juan Carlos tras los golpes que le dio la maña y los tránsitos del Puerto de Veracruz.

Veracruz, feudo mafioso bajo el sello Yunes

Lo dijimos y lo reiteramos: el Ayuntamiento de Veracruz se ha convertido en una cueva de extorsionadores con uniforme, donde los tránsitos no aplican la ley, la venden, la tuercen y la usan como garrote para robar y castigar.

La tortura de Juan Carlos no es un hecho aislado. Es una muestra clara de que la delincuencia organizada ya despacha desde oficinas públicas. Desde ahí ordenan, encubren, golpean, desaparecen.

Y todo bajo el manto de una presidenta municipal que calla como quien otorga.


¡Exigimos ya! — Y no pedimos, ordenamos como pueblo

  1. Protección federal inmediata a Juan Carlos Cuevas Reyes. ¡No permitiremos que lo maten por denunciar!
  2. Proceso penal inmediato contra Patricia Lobeira de Yunes por omisión, encubrimiento y complicidad criminal.
  3. Desmantelamiento total del cuerpo de Tránsito Municipal y revisión profunda de todas sus operaciones, ingresos y redes de corrupción y también de la policía municipal.
  4. Intervención urgente de organismos internacionales de derechos humanos. El Estado mexicano ha demostrado ser incapaz o no dispuesto a actuar.

Esta es una advertencia al poder:

Si tocan a Juan Carlos, si lo desaparecen, si lo asesinan… no habrá perdón, ni olvido, ni descanso. Este medio lo llevará hasta las últimas consecuencias. No nos detendremos.

Porque si denunciar a un corrupto te cuesta los huesos, el alma y la vida…
entonces el enemigo no es el crimen organizado.
El enemigo viste traje, ocupa curul y despacha desde el Ayuntamiento.

¡YA BASTA!

— Reportaje Veracruzano
Seguiremos. Aunque duela. Aunque tiemble. Aunque cueste.

Redacción Reportaje Veracruzano

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