Misteriosa guía de luz: localizan cuerpo de jóven desaparecido gracias a una vela flotante

La fe y la tradición ancestral se entrelazan con las labores de rescate en Tantoyuca
Tantoyuca, Ver. – En una escena que desbordó dolor, esperanza y misticismo, el cuerpo sin vida del jóven José Guadalupe fue localizado este lunes en las aguas de la presa El Jagüey Tametate, gracias a un acto que muchos ya califican como milagroso: una vela encendida que flotó durante más de media hora sobre el agua, deteniéndose justo en el punto donde horas más tarde apareció el pequeño.

La búsqueda inició desde la madrugada, cuando familiares y autoridades unieron esfuerzos para encontrar al jóven. Participaron elementos de la Marina Armada de México, Protección Civil municipal de Tempoal y brigadistas del Sistema Nacional de Rescate y Emergencia (SINAREM), quienes realizaron labores extenuantes por más de 16 horas.
Pero fue a las 2:00 de la mañana cuando el tío del niño encendió una vela sobre una tabla de madera y la colocó en el agua, siguiendo una tradición oral que ha perdurado entre comunidades del norte veracruzano: la creencia de que el fuego guía a los espíritus perdidos y, a veces, a quienes los buscan.

La vela, contra todo pronóstico, flotó sin apagarse y se mantuvo en movimiento hasta las 2:30, cuando se detuvo sobre una zona aparentemente vacía. Fue ahí donde los rescatistas concentraron sus esfuerzos, y finalmente, a las 18:30 horas, el cuerpo de José emergió justo bajo ese punto, lo que dejó atónitos incluso a los elementos más experimentados del equipo de rescate.
“No sabemos si fue coincidencia o si algo más grande nos ayudó, pero no se puede ignorar lo que vivimos”, expresó uno de los buzos, visiblemente conmovido.
Este tipo de prácticas, a menudo consideradas supersticiones, tienen raíces profundas en la cultura popular del norte de Veracruz, donde la relación con la muerte y el agua está envuelta en un halo espiritual que desafía la lógica.
Hoy, Tantoyuca no sólo llora la pérdida de un niño, sino que también revive su vínculo con las creencias que resisten el paso del tiempo. El rescate de José Guadalupe es ya parte de la memoria colectiva: una historia donde la ciencia, el valor humano y el misticismo caminaron de la mano.
Redacción Reportaje Veracruzano