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¿Red criminal esotérica? Santería, huachicol y el poder oculto tras Pemex en Veracruz


Por Redacción | Reportaje Veracruzano

Veracruz, México — En los pasillos más oscuros del poder, donde el petróleo corre como sangre negra y los silencios se compran al precio del miedo, emergen señales inquietantes. Testimonios, cateos, hallazgos y patrones comunes están revelando lo que podría ser la estructura más secreta y hermética del crimen organizado en México: una red criminal esotérica ligada a Pemex, el huachicol, el PRI y prácticas como la santería o el palo mayombe.

La relación no es nueva, pero por años ha sido sistemáticamente ignorada. En bodegas clandestinas del centro del país se han hallado altares con imágenes oscuras, copas rituales, fotografías de personas, veladoras negras y símbolos propios del palo mayombe o la santería, junto a tambos rebosantes de gasolina robada. En algunos casos, también se han encontrado drogas, armas y documentación que vincula los inmuebles con ex empleados de Pemex o personas cercanas al sindicato petrolero.

El triángulo: Pemex – Santería – PRI

Un caso emblemático ocurre en Querétaro, donde José Vicente Gerardo Benetto Nilla Tamayo, exfuncionario de Pemex y figura poderosa en el fraccionamiento de lujo El Campanario, ha sido señalado por operar redes de huachicol presuntamente vinculadas al cártel de Santa Rosa de Lima. Está casado con Montserrat Aguiñaga, señalada como practicante de santería y brujería del palo mayombe. Ella es hija del exlíder sindical de Pemex, Rómulo Aguiñaga Enciso, con profundas raíces en la estructura política priista.

El caso va más allá de lo personal. Las relaciones entre contratistas, sindicalistas y operadores de combustible robado en Veracruz y estados colindantes parecen seguir patrones similares: vínculos familiares, creencias esotéricas, rituales ocultos y redes de protección política.

Veracruz: rituales, túneles y silencio

En Gustavo A. Madero, CDMX, autoridades hallaron en enero pasado una bodega con más de 15 mil litros de hidrocarburo, junto a altares rituales de palo mayombe. En Hidalgo, túneles clandestinos de huachicol fueron descubiertos adornados con altares a la Santa Muerte y figuras demoníacas. Todo esto parece más que coincidencia. En Veracruz, aunque el tema permanece sellado por el silencio institucional, diversas fuentes confirman que funcionarios de bajo y mediano nivel de Pemex participan en círculos esotéricos vinculados al poder local.

La sombra de Los Zetas, cártel sanguinario con fuerte presencia histórica en Veracruz, también planea sobre esta estructura. Reportes extraoficiales apuntan a que algunas células residuales del grupo podrían operar con o bajo protección de círculos ocultistas que pactan lealtad y silencio mediante rituales.

¿Una red criminal esotérica?

Si estos indicios se confirman, estaríamos ante una organización que combina corrupción estatal, crimen organizado y misticismo oscuro: un sistema donde entrar requiere fe, pertenencia y obediencia. No basta tener acceso a los ductos o saber burlar a Pemex; hay que estar «iniciado», ligado a un culto hermético que mezcla poder espiritual, económico y político.

¿Estamos frente a una estructura criminal esotérica que controla el huachicol con rituales, pactos y protección espiritual? ¿Es esta la nueva cara del crimen organizado en México, oculta entre rezos y símbolos antiguos, pero igual de letal que los carteles armados?

Aún no hay respuestas definitivas, pero los rastros están ahí, en altares apagados, contratos firmados en la sombra y ductos perforados con precisión quirúrgica. El poder ya no sólo se compra: se invoca.

Continuará…


Redacción Reportaje Veracruzano

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