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Vecinos ya no aguantan el ruido del bar Punto Juaritoz en la avenida Juárez de Poza Rica

A pesar de denuncias formales, pruebas contundentes, amparos promovidos y una clausura previa, el establecimiento conocido hoy como “Punto Juaritoz”, ubicado sobre la avenida Juárez en la colonia 27 de Septiembre, continúa operando bajo total impunidad con el presunto respaldo del regidor Víctor Manuel Benavides Cobos.

Vecinos afectados denuncian que llevan más de cuatro años sin poder dormir con dignidad. El infierno auditivo se repite cada semana: los jueves karaoke, viernes y sábados grupos en vivo o DJ y domingos con cierre hasta el amanecer. Todo esto en un espacio abierto, sin insonorización, sin importar que se ubique en una zona habitacional con niños, personas enfermas y adultos mayores.

“Tenemos escritos, audios, videos, publicaciones diarias en sus redes sociales que evidencian el escándalo. Ya fue clausurado una vez tras promover un amparo, pero volvió a abrir con otro nombre y ‘otros dueños’, aunque el modus operandi es el mismo”, denunció una vecina que ha encabezado la lucha legal.

Lo más alarmante es que, pese a haber notificado al regidor Benavides —quien fue titular de la Comisión de Comercio—, éste no solo ha ignorado los mensajes, sino que ha otorgado el aval para que el negocio siga funcionando con licencia. Aseguran que la autorización se consiguió con firmas de vecinos que no habitan en la zona afectada, lo que constituye una triquiñuela administrativa para evadir el clamor social.

Las denuncias al 911 son redirigidas a la Dirección de Comercio o al área de Ecología, quienes tampoco actúan. Las patrullas que ocasionalmente pasan por la zona simplemente tocan el claxon y se retiran. El mensaje es claro: las autoridades están coludidas o son indiferentes.

¿QUÉ HAY DETRÁS DE “PUNTO JUARITOZ”?

La página oficial del establecimiento en Facebook muestra con total desparpajo la programación semanal, corroborando la denuncia vecinal. No hay filtros ni recato: el jueves 11 de julio promocionaron karaoke desde las 9 p.m., el viernes y sábado presentaciones de música en vivo, y el domingo otro cierre escandaloso. Todo esto mientras el nuevo amparo promovido por los vecinos ha sido diferido dos veces, sin respuesta concreta del ayuntamiento.

La omisión del regidor Benavides —quien supuestamente vela por el orden comercial y la paz vecinal— deja abierta una incógnita grave: ¿quién lo protege o a quién protege él? ¿Qué intereses se están negociando para permitir que un antro siga operando como si se tratara de la zona de tolerancia?

UNA COLONIA SECUESTRADA POR LA MÚSICA A TODO VOLUMEN

En una ciudad que presume de progreso y modernización, resulta inadmisible que se siga pisoteando el derecho constitucional al descanso, a la salud y a la tranquilidad. Mientras las familias intentan conciliar el sueño, las bocinas retumban sin control. El mensaje para la ciudadanía es brutal: en Poza Rica, los derechos dependen del volumen del dinero.

¿Hasta cuándo las autoridades municipales seguirán siendo cómplices del abuso?

¿Será necesaria otra acción judicial para que alguien en el gobierno municipal se digne a escuchar?

Y más aún: ¿Quién está realmente detrás de “Punto Juaritoz”?

Reportaje Veracruzano


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