Tatahuicapan de Juárez, Ver. – La emergencia sanitaria que golpeó a casi 300 habitantes de este municipio entra en una nueva fase de investigación: los alimentos se convirtieron en el principal sospechoso del brote de Enfermedad Diarreica Aguda (EDA), luego de que la red de agua potable fuera descartada como causa inicial.
Inspectores de Protección contra Riesgos Sanitarios desplegaron un operativo en mercados y comercios locales, revisando queserías, carnicerías, pescaderías y expendios de pollo. De estos puntos se recolectaron 12 muestras que fueron enviadas al Laboratorio Estatal de Salud Pública, donde se someterán a pruebas microbiológicas.
Los resultados serán clave: de confirmarse que los alimentos contaminados están detrás de los casos de vómito y diarrea, el foco de atención cambiaría radicalmente de la infraestructura hidráulica hacia la cadena de distribución y venta de productos básicos.
Mientras tanto, la Secretaría de Salud mantiene un cerco sanitario preventivo. A la población se le ha pedido reforzar la higiene doméstica, hervir o clorar el agua y consumir alimentos bien cocidos para reducir riesgos de contagio.
La situación ha generado preocupación en la comunidad, donde la actividad comercial de alimentos es vital para la economía local. Por ello, el diagnóstico de laboratorio no solo definirá el rumbo de la estrategia de salud pública, sino también el impacto en los negocios del municipio.
Las autoridades insisten: hasta que se conozca el resultado de los análisis, nadie puede bajar la guardia.
Redacción Reportaje Veracruzano
