
Mientras el calor azota y la comida se pudre en los refrigeradores, las cuadrillas de la CFE brillan por su ausencia. Emiliano Zapata y El Barco, pueblos olvidados por la «empresa de clase mundial».
Pueblo Viejo, Ver.— Las comunidades de Emiliano Zapata y El Barco, en el municipio de Pueblo Viejo, viven un infierno silencioso desde hace más de 48 horas. Sin energía eléctrica, sin respuestas y con temperaturas insoportables, sus habitantes padecen el abandono de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), cuya respuesta ha sido la indiferencia.
Desde el pasado sábado, cientos de familias permanecen sin servicio eléctrico. Pese a los múltiples reportes realizados por vecinos y líderes comunitarios, las cuadrillas de la CFE no han atendido el problema. La única respuesta ha sido el silencio o, en el mejor de los casos, una visita contemplativa sin solución.
“Los reportes están hechos desde el primer momento, pero la CFE solo actúa si se bloquea una carretera. Eso es lo que nos han obligado a hacer en otras ocasiones, porque si no, simplemente no vienen”, denunció León Almazán Zavala, dirigente campesino del norte de Veracruz.
Almazán Zavala no se anda con rodeos: “Tenemos enfermos, niños, personas mayores. La comida ya se echó a perder, no hay ventiladores, no hay refrigeración, no hay respeto. Y mientras tanto, las cuadrillas se tiran la bolita entre las áreas de Pánuco y Pueblo Viejo. Nadie da la cara”.
El líder agrario también criticó con dureza el doble rasero de la CFE: “Los recibos llegan puntuales, y si te pasas un día del pago, te cortan la luz sin preguntar. Pero cuando se trata de venir a reparar fallas, hacen sufrir a la gente. Así no se trata a las comunidades”.
¿Dónde quedó la “empresa de clase mundial”?
La inacción de la CFE en estos casos levanta preguntas incómodas: ¿Por qué se permite que zonas rurales sean tratadas como de segunda categoría? ¿Por qué los derechos básicos como el acceso a la energía se subordinan a la negligencia burocrática?
Vecinos han advertido que, de no recibir atención inmediata, tomarán medidas más drásticas: desde protestas hasta bloqueos carreteros. “Nos están orillando. No pedimos favores, exigimos lo que pagamos: servicio digno y oportuno”, concluyó Almazán Zavala.
Hasta el cierre de esta edición, la CFE no ha emitido ninguna postura pública ni ha enviado cuadrillas operativas a resolver el problema.
El norte de Veracruz, una vez más, queda en penumbras… literalmente.
Redacción Reportaje Veracruzano