¿Verdad o montaje? Detienen a dos presuntos asesinos de la maestra Irma Hernández, pero crecen las sospechas de un montaje para calmar a un Veracruz en llamas
En medio del repudio nacional y la indignación que desborda a Veracruz por el asesinato de la maestra jubilada Irma Hernández Cruz —secuestrada y ejecutada brutalmente en Álamo Temapache—, el gobierno del estado ha salido con lo que parece ser una jugada desesperada para contener el fuego: dos detenidos que podrían ser tan solo chivos expiatorios.
De acuerdo con reportes oficiales, la detención se logró tras un supuesto operativo realizado en Cerro Azul, donde elementos de fuerzas federales capturaron a dos individuos identificados como Víctor N, alias Cholo o Moyo, y José N, alias Gastón o Águila, presuntos integrantes del grupo delictivo Sombra.
A los detenidos se les aseguraron dos vehículos, un arma corta, cartuchos útiles, teléfonos celulares, dosis de presunta droga y sobres amarillos que presuntamente serían usados para pagos ilícitos o nóminas del grupo criminal. También se les relaciona directamente con el asesinato de Irma Hernández, cuyo cuerpo fue hallado por la SEDENA en un predio rural el jueves por la madrugada.
Pero mientras el gobierno se apura a exhibir resultados, crece entre la población y especialistas la sospecha de que esta «respuesta rápida» huele más a montaje que a justicia verdadera. ¿Cómo lograron una captura tan veloz de presuntos sicarios en tan poco tiempo, si apenas hace 24 horas el crimen seguía sin pistas sólidas? ¿Por qué no hay imágenes del operativo? ¿Qué pruebas concretas existen para vincular a estos sujetos con el crimen? ¿Dónde están las grabaciones, testimonios o evidencia forense?
¿Justicia o teatro?
Familiares, ciudadanos y voces críticas del sistema advierten que esto podría ser otro caso clásico de “detenidos al vapor” para calmar la furia social, muy al estilo de otros casos emblemáticos donde se encarcela a inocentes o se exhiben culpables prefabricados para apagar la presión mediática.
Y mientras la autoridad se esfuerza por construir una narrativa de eficacia, la violencia sigue: otra mujer, presuntamente Dulce Hortencia Tolentino, apareció semienterrada en un naranjal de Álamo este mismo viernes. La coincidencia en el tiempo y la geografía estremece y lanza más interrogantes sobre la seguridad de las mujeres en Veracruz, y sobre el colapso del aparato estatal.
El funeral de la maestra Irma, realizado este mismo día, se convirtió en un acto de dolor e impotencia colectiva. La exigencia es una sola: justicia real, no cortinas de humo. Que la verdad no sea la primera víctima, como suele ocurrir en esta tierra marcada por el olvido y la impunidad.
Redacción Reportaje Veracruzano
