Rehenes del Miedo en Acayucan: Delincuencia Usa a un Menor como Escudo en Asalto a Financiera

La violencia volvió a exhibir la vulnerabilidad social en Veracruz. En Acayucan, un grupo de delincuentes armados asaltó la financiera Monet Vales en el barrio Zapotal, tomando como rehén a un menor de aproximadamente 12 años para consumar el atraco. El episodio dejó tras de sí una estela de miedo, crisis nerviosas y la amarga sensación de impunidad.
De acuerdo con testigos, los asaltantes irrumpieron en el establecimiento con armas de fuego, sometiendo a empleados y clientes. En un acto de brutalidad, encañonaron al niño, apuntándole en la cabeza mientras exigían la entrega del dinero en efectivo. La cifra robada rondaría los 100 mil pesos.
La escena fue devastadora: clientes y trabajadores en llanto, madres desesperadas, un menor reducido a simple herramienta de intimidación. Elementos de Protección Civil atendieron a varias personas con crisis nerviosa, pero el daño emocional, particularmente en la víctima infantil, es incalculable.
El hecho desató una amplia movilización de corporaciones policiacas, aunque, como ha ocurrido en múltiples episodios recientes en la región, no se reportan detenciones hasta el momento. La delincuencia golpea, y las autoridades llegan después, cuando el miedo ya se ha enquistado en la población.
Preguntas que el Estado no responde
La gravedad de este caso no se mide únicamente en pesos robados, sino en la fractura social que provoca. Un menor de edad convertido en escudo humano cuestiona directamente a las instituciones encargadas de salvaguardar la seguridad pública:
- ¿Dónde estaban los cuerpos policiacos antes de que se consumara el atraco?
- ¿Qué estrategias de prevención existen en una zona que ya acumula múltiples denuncias de asaltos?
- ¿Cómo explican las autoridades locales que un niño pueda ser utilizado como rehén en pleno día sin que exista una respuesta eficaz e inmediata?
En un Veracruz donde la violencia se ha normalizado, este episodio exhibe con crudeza el vacío de autoridad en Acayucan. Los delincuentes no sólo se llevaron dinero: se llevaron la confianza de una comunidad que hoy vive con la certeza de que cualquiera, incluso un niño, puede ser la próxima víctima del miedo.
Redacción Reportaje Veracruzano