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Veracruz abre sus puertas a la sombra de Pemex: Nahle protege a un auditor acusado de sobornos

Xalapa, Ver.— Mientras en tribunales de Estados Unidos se desclasifican documentos que exhiben cómo directivos de Pemex Exploración y Producción (PEP) recibieron relojes Hublot, bolsas Louis Vuitton y maletas con efectivo a cambio de manipular auditorías, en Veracruz esos mismos nombres reaparecen con cargos estratégicos en el gobierno de Rocío Nahle.

El caso más revelador es el de Erick Alexandro Núñez Albarrán, ex titular de la Delegación de Auditoría Interna de PEP, hoy director general de Atención a Órganos Fiscalizadores de la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas (SIOP). En otras palabras: el hombre señalado por coincidir con la descripción del “Funcionario Extranjero #1” en la acusación del Departamento de Justicia de EE.UU., es ahora el responsable de supervisar cómo Veracruz responde a auditorías de la ASF y el ORFIS.

La cronología es inquietante: entre junio de 2019 y octubre de 2021, empresarios petroleros mexicanos —Ramón Alexandro Rovirosa Martínez y Mario Alberto Ávila Lizárraga— habrían entregado 150 mil dólares en sobornos, incluyendo artículos de lujo y dinero en efectivo, para destrabar pagos millonarios de contratos. En comunicaciones intervenidas, un auditor de PEP prometió “cumplir la misión” y confirmó recibir los regalos. Ese auditor era un “gerente senior de auditoría interna”: la oficina bajo mando de Núñez Albarrán.

Lo que en Washington y Nueva York se investiga como corrupción transnacional, en Veracruz se normaliza con nombramientos. Peor aún: Núñez responde directamente a Leonardo Cornejo Serrano, hoy secretario de Infraestructura, antes alto funcionario de Pemex vinculado al escándalo de Odebrecht y cercano al megaproyecto de Dos Bocas, donde Rocío Nahle cimentó su poder político.

El gobierno de Veracruz guarda silencio, pero los documentos no. Según la acusación estadounidense, en julio de 2019 el auditor implicado recibió vía WhatsApp la promesa de un bolso Louis Vuitton para su esposa, y días después confirmó haber recibido el “obsequio”. En marzo de 2020, otro mensaje informó que “el paquete acaba de aterrizar en Campeche”: un maletín con efectivo, justo en la plaza donde Núñez Albarrán dirigía Auditoría Interna.

Hoy, ese mismo funcionario se sienta en Xalapa como guardián de los procesos de fiscalización. ¿Ignorancia política, continuidad de redes petroleras o simple impunidad?

La respuesta parece evidente: Veracruz se ha convertido en refugio para operadores del mismo sistema de sobornos que enlodó a Pemex durante décadas.

El patrón se repite: Odebrecht, contratos amañados, auditorías manipuladas y dinero que fluye entre maletines, relojes y favores. El único cambio es el escenario. Antes era Ciudad del Carmen, ahora es Xalapa.

El discurso de honestidad pública de Nahle tropieza con un hecho imposible de maquillar: su administración está dirigida por hombres cuyo historial está manchado por los mismos escándalos que costaron credibilidad, dinero y soberanía al Estado mexicano.

El reloj de lujo y la bolsa de diseñador que un auditor agradeció con un “misión cumplida” hoy resuenan en Veracruz, donde los presupuestos de la SIOP —más de 4 mil 300 millones de pesos en este 2025— quedan bajo la supervisión de quienes alguna vez aprendieron que las auditorías también se pueden comprar.


Redacción Reportaje Veracruzano

Vía Contralacorrupción.mx

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