Veracruz, secuestrado por la violencia: el PAN acusa colapso en la seguridad tras desaparición del hijo de dirigente municipal

José Azueta, Ver. – La política veracruzana se estremece una vez más con la desaparición de Juan Daniel Gamboa Pardo, hijo del secretario del Comité Municipal del PAN en José Azueta, Jesús Gamboa. El joven, de 31 años, fue secuestrado el pasado 21 de agosto y, hasta hoy, el gobierno estatal sigue sin ofrecer respuestas claras, ni resultados efectivos.
El Comité Directivo Estatal del PAN lanzó un pronunciamiento lapidario: “Veracruz está de moda en violencia”. Una frase que no solo denuncia la tragedia de una familia, sino que desnuda lo que se ha convertido en un estado de sitio no declarado: balaceras, asesinatos, desapariciones y secuestros en aumento, mientras el discurso oficial insiste en que “todo está bajo control”.
Estrategias de seguridad: pura retórica
Arian Gabriel Hernández, secretario de Acción de Gobierno del PAN, confirmó la desaparición y reconoció que han mantenido contacto con autoridades, pero dejó entrever lo que ya todos saben: no existe una estrategia integral de seguridad en Veracruz.
La exigencia panista fue directa: “Pedimos que el gobierno trabaje y presente a la ciudadanía un plan de seguridad”. Una demanda que suena repetida, cansada, como eco de los cientos de colectivos de desaparecidos y familias que todos los días buscan a sus hijos en fosas clandestinas o entre expedientes empolvados.
Violencia como arma política
El PAN fue más allá: este secuestro podría estar vinculado con los ataques sistemáticos a opositores. El señalamiento prende las alarmas: ¿está la violencia siendo utilizada como herramienta de control político en Veracruz? La memoria inmediata trae de regreso los actos violentos registrados en el pasado proceso electoral, donde candidatos y ciudadanos pagaron con sangre la ausencia del Estado de Derecho.
La ficha que debería avergonzar a un gobierno
La Comisión Estatal de Búsqueda emitió la ficha: Juan Daniel Gamboa Pardo, 31 años, 1.75 metros de estatura, ojos café claro, cabello castaño ondulado, tez clara. Un retrato más que se suma a los miles que circulan en carteles de “desaparecidos” en Veracruz, el estado que concentra una de las tasas más altas de desapariciones forzadas del país.
Un estado secuestrado
La declaración del PAN —“Veracruz está de moda en violencia”— no es un eslogan, es un epitafio. La violencia no solo se normalizó: se convirtió en una marca de identidad de un estado que, bajo la retórica del combate al crimen, se sigue desangrando.
Hoy, la pregunta es inevitable y debe colocarse en primera línea:
¿De qué lado está el gobierno: del de las víctimas o del de los criminales que controlan calles, regiones y hasta la vida política de Veracruz?
Mientras tanto, una familia espera el regreso con vida de Juan Daniel Gamboa Pardo. Y Veracruz, una vez más, espera un milagro en lugar de justicia.
Redacción Reportaje Veracruzano