A balazos y caos: Potrero Nuevo se convierte en escenario de terror; Marina y Policía buscan al comandante ausente

Atoyac, Ver., 28 de octubre de 2025. — La madrugada de este lunes, la comunidad de Potrero Nuevo en Atoyac fue testigo de un violento enfrentamiento armado que dejó a la población en estado de alerta y cuestiona seriamente la capacidad de las autoridades locales.
Alrededor de la 1:20 a.m., un grupo de hombres armados atacó a elementos de la Policía Ministerial en las inmediaciones del Parque Hundido, desatando una balacera que se prolongó por varios minutos y sembró miedo entre los vecinos. Los agresores se atrincheraron en un bar detrás del Banco del Bienestar, provocando la intervención inmediata de la Secretaría de Marina (Semar) y de la Policía Estatal, quienes implementaron un operativo masivo para controlar la situación.
Fuentes extraoficiales indican que uno de los presuntos atacantes, conocido como “Lalo” o “Lalito”, resultó herido, al igual que otros tres civiles armados. Uno de ellos fue trasladado bajo estricto resguardo al hospital general de Córdoba, mientras que una mujer sufrió lesiones por bala perdida y fue atendida en la clínica 12 del IMSS.
Lo que preocupa a la ciudadanía es la total opacidad de las autoridades municipales. Extraoficialmente, se reportó que durante el operativo las fuerzas federales y estatales ingresaron a la comandancia municipal en busca del comandante de la Policía Municipal, Levy Arguijo Morales, quien presuntamente ya no se encontraba en el sitio. La ausencia de liderazgo local genera preguntas sobre posibles omisiones y complicidades en la seguridad de la región.
El operativo continúa activo, y la carretera Potrero Nuevo–Atoyac–Paso del Macho permanece cerrada al tránsito. La presencia de tres carrozas fúnebres en la zona refuerza la tensión, aunque hasta el momento las autoridades no han confirmado oficialmente el número de víctimas.
Este episodio, que expone la fragilidad institucional y la escalada de violencia en Atoyac, plantea serias dudas sobre la capacidad de coordinación entre autoridades locales, estatales y federales, y cuestiona si la población puede confiar en la protección de quienes deberían garantizar su seguridad.
En medio del hermetismo oficial, Potrero Nuevo sigue bajo resguardo militar y policial, mientras la sociedad exige respuestas claras y responsables sobre lo ocurrido y sobre la inexplicable ausencia del comandante municipal en plena crisis.
Redacción Reportaje Veracruzano



