El restaurante flotante que navegó solo: el increíble viaje de “El Atracadero” por las costas veracruzanas
Tuxpan, Veracruz. — Lo que comenzó como una tragedia provocada por las lluvias terminó convirtiéndose en una historia insólita que ha capturado la atención de todo Veracruz: una parte del legendario restaurante flotante “El Atracadero” fue localizada este miércoles frente a las costas de Sontecomapan, en la región de Los Tuxtlas, luego de haber sido arrastrada por la corriente del río Tuxpan.
El emblemático establecimiento, fundado en 1979 y reconocido por su gastronomía marina y su vista panorámica del río, se encontraba en proceso de reparación cuando las intensas lluvias y el desbordamiento del río lo desprendieron de su anclaje. Desde entonces, sus secciones se convirtieron —literalmente— en viajeros errantes de las aguas veracruzanas.
Pescadores de la barra de Sontecomapan fueron los primeros en avistar la estructura flotante, que se desplazaba lentamente con la corriente. Más tarde, la misma sección fue vista en La Perla del Golfo, en el municipio de Tatahuicapan, cerca de Mecayapan, en plena Sierra de Santa Martha, a unas tres horas del puerto de Coatzacoalcos.
Por su parte, otra sección independiente del restaurante fue localizada y asegurada en Alvarado, mientras que la primera permanece aún en mar abierto, moviéndose al ritmo de las corrientes del Golfo de México.
El fenómeno ha despertado curiosidad y asombro en redes sociales, donde cientos de usuarios comparten imágenes y comentarios sobre lo que ya muchos llaman “el viaje fantástico del Atracadero”, un recorrido inédito que atraviesa buena parte de la costa veracruzana, desde el norte hasta el sur.
Autoridades locales y Capitanía de Puerto mantienen un operativo de monitoreo marítimo para evitar accidentes con embarcaciones y asegurar las secciones que aún no han sido recuperadas.
Mientras tanto, entre el desconcierto y la nostalgia, los habitantes de Tuxpan observan cómo una parte de su historia flotante navega sola hacia el horizonte, arrastrada por la fuerza de la naturaleza, pero también por el peso de los recuerdos de generaciones que disfrutaron en sus mesas la esencia del sabor veracruzano.
Redacción Reportaje Veracruzano
