Vecinos hartos del caos en Lagos de Puente Moreno: detienen a joven agresivo y lo entregan a la Policía Estatal
Medellín de Bravo, Ver., 24 de octubre de 2025. — La paciencia de los habitantes del fraccionamiento Lagos de Puente Moreno llegó a su límite. Cansados de los constantes escándalos y agresiones de un joven vecino, decidieron actuar por cuenta propia y someterlo sin violencia para entregarlo a las autoridades.
El señalado, identificado como Luis Fernando Díaz Catalán, de 24 años, fue retenido por colonos del circuito Turquesa Sur, luego de que presuntamente —bajo los efectos de alguna sustancia tóxica— agrediera física y verbalmente a un trabajador de una tienda de abarrotes.
Testigos narraron que el joven atacó al empleado sin motivo aparente. En cuestión de minutos, varios vecinos intervinieron, lo rodearon y lo ataron de las manos con un mecate, impidiendo que escapara como ya lo había hecho en otras ocasiones.
“Ya no lo soportamos”, reclaman colonos
Los residentes denunciaron que Díaz Catalán ha protagonizado varios incidentes violentos en la zona, incluyendo el asalto y la agresión a un vendedor ambulante de churros. Señalaron que el comportamiento del joven se vuelve incontrolable cada vez que consume drogas, lo que ha convertido al sector en un foco de tensión constante.
Una vecina intentó justificarlo, afirmando que el muchacho padece problemas mentales, pero los demás habitantes respondieron que el principal detonante es el consumo de estupefacientes. Incluso relataron que su propia madre cambió la cerradura de su casa para impedirle la entrada, aunque él volvió a irrumpir derribando la puerta con violencia.
La Policía interviene tras el hartazgo vecinal
Elementos de la Policía Estatal arribaron al lugar y, tras confirmar los hechos, procedieron al traslado del joven a la Fiscalía correspondiente, al no encontrarse ningún familiar que se hiciera responsable de él. Será la autoridad ministerial quien determine su situación legal.
Una comunidad al límite
Los colonos de Lagos de Puente Moreno aseguraron que su acción no fue un acto de linchamiento, sino una medida desesperada ante la falta de respuesta oficial. “Ya lo habíamos reportado varias veces, pero nadie hacía nada. Hoy decidimos actuar, pero sin hacerle daño”, dijo uno de los vecinos.
Este nuevo episodio deja al descubierto la ausencia de atención psicológica y de seguridad preventiva en los fraccionamientos de Medellín de Bravo, donde la convivencia vecinal se deteriora frente al abandono institucional.
Mientras las autoridades determinan qué hacer con Luis Fernando, los habitantes del fraccionamiento exigen mayor presencia policial y apoyo en salud mental comunitaria, antes de que un caso así termine en tragedia.
Redacción Reportaje Veracruzano
