
Xalapa, Ver.— En medio de la crisis ecológica y social que golpea al norte de Veracruz tras las recientes inundaciones y el derrame de hidrocarburos en el río Pantepec, la gobernadora Rocío Nahle García anunció que el Fideicomiso de Protección Civil para atención de desastres podría superar los mil millones de pesos antes de que finalice diciembre, gracias a políticas de ahorro y control del gasto público.
Desde el puerto de Veracruz, la mandataria afirmó que su administración ha recortado “gastos superfluos” para fortalecer este fondo, que se nutre de aportaciones quincenales destinadas a la prestación social de los trabajadores y al fondo de reconstrucción. “Nosotros estamos considerando más de mil millones de pesos que podemos tener a finales de diciembre”, declaró.
Nahle insistió en que la verdadera reconstrucción de la zona norte no depende únicamente de recursos económicos, sino de voluntad, coordinación y trabajo constante. “El tema no es de dinero, el tema es del trabajo, de limpieza, de reconstrucción y de atención. Así me lleve un año o dos años, cuando mucho, en la reconstrucción de caminos junto con el Gobierno Federal; lo vamos a hacer”, aseguró, lanzando un mensaje de compromiso frente a la devastación que dejó la emergencia.
La gobernadora destacó que la prioridad inmediata sigue siendo la atención ambiental y sanitaria en Tuxpan y sus alrededores, donde Pemex continúa con las labores de contención y remediación tras el derrame de casi cinco millones de litros de crudo en el río Pantepec.
En ese sentido, Nahle informó que para la mañana de este miércoles ya estaría lista la boca-toma que abastece de agua potable a Tuxpan, la cual había sido cerrada como medida preventiva para evitar el ingreso de hidrocarburos al sistema de distribución. “Se preveía que para hoy a las siete de la mañana ya la boca-toma estuviera trabajando”, explicó.
El anuncio del fideicomiso representa un viraje importante en la política estatal de protección civil, pues por primera vez en años Veracruz podría contar con un fondo de respuesta inmediata ante emergencias naturales o industriales. Sin embargo, los retos siguen siendo colosales: reconstruir comunidades enteras, sanear ríos contaminados y devolver la confianza a una población cansada de promesas.
Con el norte de Veracruz aún cubierto de lodo y petróleo, el nuevo fondo se perfila como la primera gran prueba de la gobernadora Nahle: demostrar que el dinero público puede —y debe— convertirse en acción efectiva, sin corrupción ni indiferencia.
Redacción Reportaje Veracruzano