Xalapa, Ver.— El primer informe de gobierno de Rocío Nahle no fue un acto republicano ni un ejercicio de rendición de cuentas: fue un espectáculo triste, saturado de acarreados, plagado de simulación y marcado por el vacío político. Un evento que, lejos de fortalecer su imagen, la exhibió en carne viva: sola, sin respaldo presidencial, sin fuerza nacional, sin legitimidad territorial… y rodeada de los personajes que Morena juró desterrar.

La Plaza Lerdo, que Morena presume “abarrotada”, se llenó, sí, pero no de veracruzanos espontáneos, sino de camiones, listas de asistencia, trabajadores obligados, sindicatos movilizados y grupos traídos desde Coatzacoalcos, Minatitlán, Papantla y el sur petrolero.

ACARREADOS DE TODOS LADOS: UNA MULTITUD ARMADA CON PASE DE LISTA

Desde temprano, Xalapa amaneció convertida en terminal clandestina:
– Camiones de ADO,
– Autobuses rentados del sur,
– Unidades del sindicato petrolero,
– Camiones de Papantla —sí, incluso de Papantla, donde la tragedia reciente dejó heridas abiertas que el gobierno ni siquiera ha intentado cerrar—.

Las fotografías, los videos y el tráfico monumental cuentan la historia mejor que cualquier discurso: Nadie fue por voluntad propia. Todos fueron por indicación, amenaza laboral o conveniencia política.

A tal grado llegó la desesperación por llenar la plaza, que desde el jueves se cerró todo el centro de Xalapa, pese a que el informe era hasta el domingo. Un cerco de tres días para un evento de tres horas. Una ciudad secuestrada para compensar una popularidad colapsada.

EL DESAIRE NACIONAL: NI SHEINBAUM, NI GOBERNACIÓN, NI SEGURIDAD… Y SOLO 2 DE 24 GOBERNADORES

El desplome político fue evidente.

De los 24 gobernadores de Morena, apenas dos se dignaron a asistir:
– Eduardo Ramírez Aguilar (Chiapas),
– Salomón Cruz (Oaxaca).

Los demás mandaron emisarios de tercera categoría, como si se tratara de un evento irrelevante, prescindible, incómodo.

La presidenta Claudia Sheinbaum brilló por su ausencia.
La secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, también.
Omar García Harfuch, ni sus luces.
Los líderes del Congreso, menos.

En cambio, sí aparecieron los indeseables de siempre:
– Gerardo Fernández Noroña, el eterno “Changoleón legislativo”.
– Dolores Padierna, símbolo viviente del bejaranismo y sus ligas de corrupción.

Que aparecieran ellos y no la élite del partido fue un mensaje sin anestesia:
Nahle no tiene cobijo nacional. Está políticamente desnuda.

LA CASTA MORANISTA: CORRAL VIP PARA LOS PRIVILEGIADOS, SOL Y CANSANCIO PARA EL PUEBLO

Mientras los miles de acarreados esperaban bajo el sol, de pie, empujados, cansados y con lonches fríos, en la zona central se colocó “el corral”, un espacio reservado para los morenistas de clase platino, diamante y bronce.
Las sillas lo decían claramente.

Adentro:
– Dirigentes.
– Operadores.
– Invitados especiales.
– Burócratas cercanos.

Afuera:
– El pueblo.
– La plebe.
– Los obligados.
– Los que recibieron el mensaje institucional: “favor de no faltar”.

La 4T presumió acabar con las élites. Hoy ha creado su propia casta dorada.

EL COPAL NO ALCANZA PARA TAPAR UN AÑO DE DESASTRES

Antes del evento, personal del gobierno pasó sahumerios de copal para “limpiar malas vibras”.
Un acto simbólico que terminó convirtiéndose en metáfora perfecta:

Cuando no hay resultados, se recurre al humo.
Cuando no hay gobierno, se recurre al ritual.
Cuando no hay liderazgo, se recurre a la superstición.

Pero ni el copal pudo borrar:
– La violencia disparada,
– Los homicidios,
– La negligencia ante desastres como el de Papantla,
– Los escándalos de corrupción en Poza Rica,
– La incapacidad de su gabinete,
– La represión contra trabajadores y periodistas,
– El abandono hospitalario,
– La precariedad estatal.

68 CAMIONES Y NINGUNA SOLUCIÓN: LA POSTAL DE UN GOBIERNO EN CAÍDA LIBRE

El recorrido desde la UV hasta Los Lagos fue la prueba definitiva: 68 autobuses estacionados uno tras otro, como una romería de movilización política disfrazada de apoyo ciudadano.

La imagen fue brutal:
Más camiones que soluciones.
Más acarreados que resultados.
Más espectáculo que gobierno.

EL DESENLACE: BASURA, CANSANCIO Y UNA VERDAD QUE NADIE EN MORENA QUIERE ADMITIR

Terminó el mitin-informe.
En la plaza quedaron:
– Montones de basura,
– Volantes tirados,
– Periódicos usados como abanico,
– Gente exhausta,
– Caras de “ya vámonos”,
– Y un silencio incómodo que lo decía todo.

Porque, siendo realistas, como lo señalan ciudadanos en redes:
A casi nadie le importó el primer informe.
No hubo emoción.
No hubo respaldo real.
No hubo pueblo.
Hubo acarreados.

Una gobernadora puede llenar una plaza con camiones.
Pero no puede llenar un estado con resultados.

---

El primer informe de Rocío Nahle no consolidó a la gobernadora:
la exhibió.

No fortaleció a Morena en Veracruz:
lo evidenció como un PRIAN recalentado.

No mostró amor por Veracruz:
mostró miedo, improvisación y dependencia de la maquinaria de acarreos.

Y lo más doloroso para su gobierno:
ni los camiones, ni el copal, ni los discursos, ni los indeseables pueden limpiar un año de desgobierno.

Veracruz no necesita humo.
No necesita rituales.
No necesita plazas llenas de gente obligada.

Necesita un gobierno.
Y hoy, claramente, no lo tiene.

---

Redacción Reportaje Veracruzano