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Hipocresía energética: el gobierno manda petróleo a Cuba mientras Poza Rica se hunde en el abandono

América Rangel desnuda la doble moral del poder federal: México subsidia a La Habana mientras el corazón petrolero de Veracruz agoniza sin inversión ni empleo

La diputada panista América Rangel encendió la mecha de una polémica que exhibe la paradoja del discurso oficial: no hay recursos para los municipios más golpeados de Veracruz, pero sí para sostener el petróleo que fluye hacia Cuba, en nombre de una supuesta “solidaridad latinoamericana”.

Con tono enérgico y sin concesiones, Rangel denunció que el presidente Andrés Manuel López Obrador prioriza favores ideológicos antes que el bienestar nacional, condenando a regiones como Poza Rica a una crisis que se profundiza año con año. “Primero el pueblo de México, luego los favores políticos”, sentenció la legisladora, dejando al descubierto una grieta moral que el Gobierno intenta ocultar bajo la bandera del humanismo.

La contradicción es brutal. Mientras el envío de miles de barriles de crudo a la isla caribeña continúa sin claridad sobre sus términos ni beneficios reales para México, Poza Rica, el antiguo emblema del oro negro mexicano, agoniza entre el desempleo, el rezago urbano y la desinversión pública. La ciudad que alguna vez sostuvo a Pemex, hoy apenas sobrevive con calles rotas, comercios vacíos y familias empobrecidas.

Informes recientes confirman que los convenios energéticos con Cuba carecen de transparencia, sin datos públicos sobre costos, beneficios o condiciones de pago. La oposición denuncia que estas operaciones violan el principio de soberanía energética, convirtiendo al Estado mexicano en patrocinador de regímenes extranjeros, mientras su propio territorio se desangra.

Los habitantes de Poza Rica —antiguos trabajadores petroleros, microempresarios y comerciantes— reclaman inversiones que no llegan, hospitales colapsados y una economía paralizada. En ese contexto, la diputada Rangel acusó que el gobierno “se olvida de su gente para alimentar ideologías importadas”.

La bancada del PAN ya prepara una solicitud formal para que el Ejecutivo federal rinda cuentas sobre los envíos de petróleo y reoriente el gasto público hacia las comunidades más vulnerables, en especial aquellas que fueron pilares de la industria petrolera mexicana y hoy son víctimas del olvido estatal.

El mensaje es claro y devastador: mientras México regala su petróleo, Veracruz pierde su futuro. La herida de Poza Rica no la causó el tiempo, sino un poder que decidió mirar hacia el Caribe antes que hacia su propio pueblo.

Redacción Reportaje Veracruzano

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