
Transportistas y productores colapsan rutas estratégicas; denuncian corrupción, extorsiones y abandono federal
México, 24 de noviembre de 2025.– El país amaneció atravesado por una de las movilizaciones carreteras más grandes de los últimos años. Transportistas afiliados a la Asociación Nacional de Transportistas (ANTAC) y productores del Frente Nacional de Rescate del Campo (FNRCM) iniciaron el paro nacional anunciado, detonando cierres, bloqueos parciales y marchas lentas en al menos 17 estados del país, desde Zacatecas hasta Oaxaca, desde Hidalgo hasta Veracruz.
La exigencia es tan amplia como urgente:
seguridad en las carreteras, freno a las extorsiones de autoridades y criminales, revisión a la Ley de Aguas, precios de garantía para el campo y reformas al T-MEC que dejen de estrangular a los productores nacionales.

Mientras tanto, el gobierno federal —una vez más— parece haber sido sorprendido por un estallido que llevaba semanas anunciado.
Un país detenido: bloqueos en las principales autopistas
Desde la madrugada, Caminos y Puentes Federales (Capufe) y la Guardia Nacional Carreteras comenzaron a emitir alertas: los cierres se multiplicaban por minuto.
Entre los puntos más críticos:
- México–Querétaro, plazas de cobro Palmillas y Tepotzotlán: cierres totales y presencia masiva de manifestantes.
- Toluca–México, km 49: tráiler tipo tolva atravesado en la bifurcación hacia CDMX.
- México–Puebla, km 19: reducción severa de carriles por presencia de manifestantes.
- Ecatepec, avenida López Portillo: cierre parcial que provocó largas filas desde primera hora.
- Pachuca–Tuxpan, varios tramos con cierres parciales y totales, afectando severamente la conectividad hacia Hidalgo y el Golfo.
- Zacatecas–Durango, caseta Calera: bloqueo parcial con fuerte presencia de transportistas.
- Oaxaca–Tehuantepec, km 214: cierre total de circulación.
- Tulancingo–Huauchinango y Arco Norte, casetas El Tejocotal y Ajoloapan: cierres en ambos sentidos.
- Tamaulipas, Tampico–Ciudad Mante: paso parcialmente cerrado.
En todos los casos, las autoridades piden lo mismo: tomar precauciones y atender la indicación vial. Pero la magnitud del paro ha superado cualquier protocolo operativo.

Veracruz: marcha lenta, hartazgo y una advertencia
En la zona centro de Veracruz, la ANTAC activó una marcha lenta desde las 10:00 horas.
Un convoy de alrededor de 30 unidades salió de Rancho Trejo, recorriendo Fortín, Córdoba y Ciudad Mendoza, para luego volver hacia Amatlán sobre la autopista.
Los transportistas veracruzanos denuncian:
- Desaparición de operadores.
- Extorsiones en retenes irregulares.
- Cobros excesivos en corralones.
- Corrupción en la expedición de licencias federales.
- Inseguridad creciente en el corredor Puebla–Veracruz, una de las rutas más violentas del país.
El mensaje es claro: si no hay diálogo, el paro escalará.
“La corrupción viene de arriba y de abajo”: ANTAC revienta el silencio
Jeannet Chumacero, vicepresidenta de Comunicación y Enlace de ANTAC, fue contundente en entrevista:
“La corrupción y la extorsión vienen de algunos elementos de la Guardia Nacional, de policías estatales, municipales… y del crimen organizado”.
La advertencia de la organización fue directa a la población:
evitar salir a carretera este 24 de noviembre debido al riesgo y la posible escalada de los bloqueos.
El campo también estalla
El FNRCM participa en el paro para exigir:
- Precios de garantía reales, no simbólicos.
- Programas técnicos que modernicen el campo.
- Un freno a la Ley de Aguas, acusada de favorecer a grandes empresas.
- Revisión profunda al T-MEC, que —afirman— ha dejado al productor nacional en desventaja frente a importadores.
Mientras los transportistas paralizan las rutas, los productores advierten que no suspenderán movilizaciones hasta que el gobierno federal abra una mesa de trabajo con resultados verificables.
Más que un paro: un síntoma nacional
Lo que ocurre hoy no es un bloqueo aislado ni una protesta improvisada: es la expresión de un país donde la inseguridad, la extorsión institucional, el abandono al campo y la falta de respuestas han llevado a dos sectores esenciales a poner un alto.
El gobierno enfrenta ahora el desafío de frenar una parálisis que podría repetirse —o escalar— en los próximos días.
Porque cuando el país se queda sin carreteras y sin campo, lo que se bloquea no es una autopista: es la paciencia nacional.
Redacción Reportaje Veracruzano



