ACAYUCAN SE ALERTA POR LONAS DE “DESAMOR”: UNA CARTA ROTA QUE ENCENDIÓ LAS ALARMAS DE TODO UN MUNICIPIO

Acayucan, Ver. — Lo que comenzó como un gesto desesperado —una carta de perdón extendida en forma de lona— terminó convirtiéndose en un operativo policiaco que movilizó a varias corporaciones en Acayucan. La tarde de este miércoles 10 de diciembre, mensajes de desamor aparecieron colgados en distintos puntos del municipio, confundiendo a vecinos que, ante la inseguridad reinante, temieron que se tratara de amenazas del crimen organizado.
El primer reporte llegó desde el bulevar Miguel Alemán, donde una lona blanca, abandonada en una propiedad en ruinas, llamó la atención de los habitantes de la colonia. Alarmados por el contexto de violencia que ha marcado a la región, de inmediato llamaron al 911.
Al arribar, los elementos policiacos descubrieron algo inesperado: no era un mensaje criminal, sino una carta dirigida —aparentemente— de un hombre hacia una mujer. Entre líneas de arrepentimiento, promesas rotas y despedidas cargadas de dolor, el texto revelaba un estado emocional que ahora preocupa a las autoridades por su tono de fragilidad y desesperanza.
Pero ese no fue el único caso. Minutos después, comenzaron a llegar nuevos reportes: más lonas con el mismo mensaje aparecieron en diversas zonas, incluyendo las colonias Villalta, Chichihua, y el Bulevar Lealtad–Soconusco.
Cada aviso activó un protocolo de revisión, multiplicando los patrullajes y obligando a las corporaciones municipales y estatales a descartar riesgos uno por uno.
Aunque finalmente se confirmó que no se trataba de amenazas, el episodio dejó en evidencia algo más profundo: la tensión constante en la que vive Acayucan, donde una simple declaración de amor —o ruptura— puede encender alarmas y movilizar a las fuerzas del orden.
Las autoridades mantienen vigilancia en la zona y han comenzado a investigar la posible identidad del autor, tanto para aclarar el origen de los mensajes como para valorar si requiere apoyo psicológico.
Una cadena de lonas de desamor terminó convirtiéndose en un espejo del clima emocional —y de seguridad— que atraviesa la región. Acayucan vive con el pulso acelerado, y esta vez, fue el corazón roto de alguien el que disparó la alerta.
Redacción Reportaje Veracruzano



