EL VIAJE DE REGRESO QUE NUNCA LLEGÓ: FAMILIAS DEL SUR DE VERACRUZ ENTRE LAS VÍCTIMAS DEL DESCARRILAMIENTO DEL TREN INTEROCEÁNICO

Coatzacoalcos, Veracruz | 30 de diciembre de 2025
El regreso a casa, ese trayecto que debía cerrar las celebraciones decembrinas y dar paso al Año Nuevo, terminó en tragedia para familias del sur de Veracruz.
El descarrilamiento del Tren Interoceánico, ocurrido el pasado 28 de diciembre en Nizanda, Oaxaca, dejó una estela de dolor que hoy alcanza directamente a Coatzacoalcos, Villa Allende, Acayucan y Minatitlán.
Entre las víctimas mortales se encuentran María Luisa Pazaron González y Raúl López Cruz, adultos mayores originarios de Coatzacoalcos, quienes viajaban acompañados de varios integrantes de su familia. El accidente los sorprendió cuando regresaban de Oaxaca con la intención de recibir el Año Nuevo en su ciudad natal.
UNA FAMILIA MARCADA POR LA INCERTIDUMBRE
Durante horas, sus familiares vivieron una angustia silenciosa. Las primeras noticias del accidente llegaron a través de medios de comunicación, pero sin información clara sobre el paradero de sus seres queridos. La confirmación llegó de forma fragmentada y dolorosa: primero la muerte de la abuela, después la desaparición del abuelo y, más tarde, la noticia que nadie quería escuchar: también había fallecido.
“Nos dijeron que mi abuela había muerto y que mi abuelo estaba desaparecido; horas después confirmaron que también murió”, relató Luis Enrique Pazaron, familiar de las víctimas.
En el mismo tren viajaban Ana Guadalupe Fabre, José Luis Fabre Pazarán, Miguel Ángel Fabre, Axel Eduardo Antonio, así como los menores Ailyn Fabre Mingo, de 13 años, y José Matías Fabre Mingo, de 7. Todos resultaron lesionados; una de las jóvenes permanece hospitalizada con heridas de gravedad.
EL RELATO DE LOS SOBREVIVIENTES
Entre quienes lograron sobrevivir se encuentra Carlos Eduardo López Martínez, de 21 años, también originario de Coatzacoalcos. Su testimonio aporta elementos clave sobre lo ocurrido antes del descarrilamiento.
Según relató, desde las primeras horas del trayecto varios pasajeros notaron que el tren avanzaba a una velocidad inusual. Tras una parada en Ixtepec, los comentarios eran constantes: el tren “iba rápido”, los vagones se sacudían con fuerza en las curvas y los jaloneos eran cada vez más evidentes.
Minutos después, un frenado brusco marcó el inicio del desastre.
MÁS NOMBRES, MÁS HISTORIAS DEL SUR
La tragedia no se limita a una sola familia. Con el paso de las horas se confirmó el fallecimiento de Inés, originaria de Villa Allende, Coatzacoalcos, y de María Antonia, de Acayucan. Autoridades estatales también reportaron la muerte de Patricia y Honoria Medina, así como de Rogelio Luna, originarios de Minatitlán.
La mayoría de los pasajeros realizaba el viaje por motivos familiares y vacacionales, aprovechando el periodo de fin de año. Hoy, esos trayectos se han convertido en luto compartido.
LLAMADO URGENTE A LAS AUTORIDADES
Las familias afectadas han solicitado apoyo inmediato para el traslado de los cuerpos a Veracruz, así como atención médica integral para los heridos, varios de los cuales permanecen hospitalizados fuera de su lugar de origen.
“Necesitamos que nos ayuden a traerlos; aquí era su casa”, expresaron familiares, quienes también piden acompañamiento institucional en medio del duelo.
INVESTIGACIÓN EN CURSO, DUELO PRESENTE
Mientras las autoridades continúan con las investigaciones para determinar las causas del descarrilamiento, el número de personas fallecidas y lesionadas sigue en proceso de actualización. Sin embargo, para las familias del sur de Veracruz, la espera por explicaciones ocurre en paralelo al dolor irreparable de las pérdidas.
El Tren Interoceánico, símbolo de conectividad y desarrollo, hoy es recordado por quienes subieron a él con la esperanza de llegar a casa y nunca lo lograron.
Redacción Reportaje Veracruzano



