Horror en Tierra Blanca: hijo es procesado por el feminicidio de su propia madre

Tierra Blanca, Ver.— Un crimen que estremece por su brutalidad y por el vínculo entre víctima y agresor sacudió a la comunidad de Nuevo Villa Ojitlán (Poblado 5), donde un hombre fue detenido y vinculado a proceso por el feminicidio de su madre, una mujer reconocida por su trayectoria social y comunitaria.
La Fiscalía General del Estado (FGE) confirmó que José Ángel “N” enfrenta un proceso penal por su probable responsabilidad en el asesinato de Reyna, profesora jubilada y Comisariada Ejidal de la localidad, ocurrido el miércoles 10 de diciembre de 2025.
De acuerdo con la investigación ministerial, la víctima fue atacada de manera reiterada con un arma blanca, agresión que le provocó la muerte. El caso no solo exhibe un acto de violencia extrema, sino que rompe con cualquier noción de seguridad dentro del entorno familiar, al tratarse de un presunto matricidio tipificado como feminicidio.
Tras las primeras diligencias y la integración de la carpeta de investigación, elementos de la Policía Ministerial lograron la detención del presunto agresor, quien fue presentado ante un juez de control. La imputación fue realizada por la Fiscalía Coordinadora Especializada en Delitos contra las Mujeres, Feminicidio, Familia y Trata de Personas, instancia que llevó el caso ante los tribunales.
Durante la audiencia inicial, el juez resolvió vincularlo a proceso y dictó como medida cautelar prisión preventiva justificada, al considerar la gravedad del delito y el riesgo procesal. El caso quedó radicado bajo la causa penal 72/2025.
El asesinato de Reyna ha generado consternación en Tierra Blanca y en comunidades vecinas, no solo por la violencia ejercida, sino por el perfil de la víctima: una mujer adulta mayor, líder ejidal y figura respetada, cuya vida fue arrebatada en un contexto que evidencia la urgencia de atender la violencia intrafamiliar y de género desde sus raíces más profundas.
Mientras el proceso judicial avanza, el caso se convierte en un recordatorio brutal de que la violencia feminicida no distingue espacios ni lazos de sangre, y que la justicia deberá actuar con todo el peso de la ley ante un crimen que ha dejado una herida abierta en la comunidad.
Redacción Reportaje Veracruzano



