La violencia no tuvo límites: ejecutan a un hombre en silla de ruedas en pleno centro de Álamo
Álamo Temapache, Veracruz |
La violencia volvió a mostrar su rostro más crudo e inhumano en el norte de Veracruz. La tarde de este lunes, un hombre con discapacidad, que se desplazaba en silla de ruedas, fue ejecutado a balazos en la vía pública, a plena luz del día y frente a una zona escolar, sin que hasta el momento haya un solo detenido.
La víctima fue identificada como Alberto Santander, conocido por vecinos como “La Borrega”, quien —según versiones preliminares— se dedicaba a la venta de quinielas. El ataque ocurrió sobre la calle Justo Sierra, frente a la conocida Herrería Santander y a escasos metros de la Escuela Secundaria Técnica Industrial, un punto con constante tránsito de estudiantes, padres de familia y comerciantes.
Ataque directo y ejecución sin defensa
De acuerdo con los primeros reportes, sujetos armados sorprendieron a Alberto Santander cuando se encontraba sobre la vía pública. Sin mediar palabra, le dispararon en repetidas ocasiones de manera directa, aprovechando su total estado de indefensión. Tras el ataque, los agresores huyeron sin ser identificados, como si el entorno urbano les garantizara impunidad.
Vecinos alarmados por las detonaciones solicitaron apoyo de los servicios de emergencia. Paramédicos arribaron al lugar, pero solo pudieron confirmar que la víctima ya no contaba con signos vitales, debido a la gravedad de las heridas provocadas por los proyectiles de arma de fuego.
Cerco policiaco… sin resultados
Elementos de la Policía Municipal, Fuerza Civil y corporaciones militares acordonaron la zona y notificaron a la Fiscalía General del Estado, cuyos peritos realizaron el levantamiento del cuerpo y la recolección de indicios balísticos en el lugar de los hechos.
Aunque se desplegó un operativo de búsqueda en distintos puntos del municipio, hasta el cierre de esta información no se reportan personas detenidas ni avances concretos en la identificación de los responsables.
Un mensaje alarmante
El asesinato de un hombre en silla de ruedas, frente a una escuela y en una calle céntrica, marca un punto de alarma que va más allá del crimen en sí. El hecho expone no solo la brutalidad de quienes disparan, sino también la vulnerabilidad absoluta en la que se encuentra la ciudadanía, incluso aquella que físicamente no representa amenaza alguna.
La Fiscalía mantiene abierta la carpeta de investigación para esclarecer el móvil del ataque, mientras en Álamo crece una pregunta incómoda y urgente:
¿Qué nivel de degradación social se ha alcanzado cuando ni la discapacidad es ya un límite para la violencia armada?
Por ahora, la respuesta sigue tan ausente como los responsables.
Redacción Reportaje Veracruzano
