“LEVANTAN” A EMPRESARIO EN POZA RICA: UN RAPTO QUIRÚRGICO QUE EXHIBE LA IMPUNIDAD QUE LA AUTORIDAD YA NI INTENTA OCULTAR

Poza Rica, Ver.— La noche cayó y con ella la última ilusión de seguridad en una ciudad que ya aprendió a convivir con el miedo. Eran apenas los primeros minutos del anochecer cuando el 911 recibió el reporte: un comando ingresó directamente al taller “Amortiguadores y Suspensiones Montaño”, sometió a su dueño y se lo llevó sin resistencia posible.
El empresario Martín Montaño, conocido por su taller en la colonia Chapultepec y por exhibir en redes sociales autos de lujo, herramientas de alto nivel y un estilo de vida aspiracional, desapareció en cuestión de segundos, como si hubiese sido señalado con una precisión milimétrica.
UN OPERATIVO MILIMÉTRICO QUE NO FUE CASUALIDAD
Testimonios preliminares apuntan a que varios individuos entraron directo al punto, sin titubeos, sin rodeos y sin equivocarse, sometieron al empresario y lo subieron a una camioneta blanca.
Nada más. Nada menos.
Un golpe quirúrgico.
Un mensaje brutal.
La respuesta de las corporaciones fue inmediata… pero inútil. Policías municipales, estatales, federales, Guardia Nacional y Fiscalía se movilizaron con todo el protocolo que aparece siempre cuando ya es demasiado tarde. Revisan cámaras, entrevistan vecinos, levantan indicios, buscan patrones.
Pero hasta ahora no hay rastro del hombre.
Ni una pista sólida.
Ni una línea oficial clara.
UNA CIUDAD PARALIZADA Y UN GOBIERNO EN SILENCIO
Mientras la maquinaria institucional intenta reconstruir lo ocurrido, la ciudadanía ya leyó el mensaje:
Aquí, quien tiene un negocio, una herramienta o un ingreso estable es blanco fácil.
Aquí, un comando puede entrar a plena luz del día o del atardecer y desaparecer a alguien sin que la autoridad sea capaz de impedirlo, preverlo o siquiera explicarlo.
La desaparición de Montaño no solo golpea a su familia y empleados: es un recordatorio feroz de cómo se están llevando a Poza Rica pedazo a pedazo, mientras el gobierno vive atrapado entre conferencias huecas y patrullajes simbólicos.
EL CASO APENAS COMIENZA… Y TAMBIÉN LAS SOSPECHAS
Con los operativos extendiéndose a colonias vecinas, las hipótesis crecen:
– Un secuestro express fallido.
– Un ajuste de cuentas.
– Una venganza personal.
– O incluso un mensaje de estructuras criminales que conocen exactamente cada movimiento en la ciudad.
Y sí, también surge la pregunta que nadie quiere pronunciar pero todos repiten en voz baja:
¿Quién dio la orden? ¿Quién sabía que él estaba ahí? ¿Y quién garantizó que no habría interferencias?
Hasta ahora, ninguna autoridad se atreve a sugerir una línea firme, quizá porque abrirla podría revelar complicidades incómodas o revelar lo que nadie quiere admitir: que Poza Rica se les fue de las manos.
UN FINAL ABIERTO, TAN PELIGROSO COMO REAL
La desaparición de Martín Montaño deja más preguntas que respuestas.
Preguntas que el gobierno tendrá que intentar contestar… si es que puede, o si es que quiere.
Mientras tanto, Poza Rica espera.
Con temor.
Con rabia.
Con la sospecha creciente de que este caso es apenas la punta visible de un entramado oscuro donde negocio, crimen y poder tal vez ya no puedan distinguirse.
Redacción Reportaje Veracruzano



