MARTÍNEZ DE LA TORRE VIVE SU LUNES MÁS OSCURO:
ÁNGEL DAVID, ASESINADO A QUEMARROPA EN VISTA HERMOSA MIENTRAS LA VIOLENCIA SE NORMALIZA

Martínez de la Torre, Ver.— La noche cayó como un telón pesado sobre la calle Álvaro Obregón, en el predio Vista Hermosa, y con ella volvió la escena que ya parece parte del paisaje cotidiano en la capital del limón: el estruendo de las balas, el cuerpo tendido, los vecinos temblando detrás de las cortinas, y los sicarios desvaneciéndose en la oscuridad como si la ciudad misma los protegiera.

Ángel David San Gabriel López —un joven de apenas entre 20 y 22 años, trabajador, vecino de la colonia Luis Donaldo Colosio— fue sorprendido cuando regresaba a su domicilio. No hubo discusión. No hubo advertencia. Hubo solo fuego directo: ráfagas a quemarropa, certeras, frías. La ejecución se consumó en segundos.

El cuerpo quedó tirado sobre el pavimento, donde paramédicos confirmaron lo inevitable: no había signos vitales. La policía municipal y elementos motorizados de Seguridad Pública acordonaron la zona, intentando preservar indicios en una ciudad donde la evidencia de la violencia se acumula más rápido que los expedientes que la Fiscalía logra resolver.

Mientras los ministeriales y peritos realizaban las diligencias de rigor y levantaban el cuerpo para trasladarlo al SEMEFO, la pregunta se repetía entre murmullos: ¿por qué? Nadie lo sabe, o nadie lo dice. En Martínez de la Torre, el silencio pesa tanto como las cifras no oficiales que se acumulan mes tras mes.

Este asesinato se suma a la larga lista de ejecuciones recientes que mantienen a la población en alerta permanente. Un joven más, segado en plena vía pública, en una ciudad donde las calles se han convertido en rutas de riesgo y los asesinos operan con una facilidad que exhibe de manera brutal el fracaso de las estrategias de seguridad.

El expediente ya fue abierto, como marca el protocolo. Pero en un municipio donde la violencia avanza más rápido que las investigaciones, queda la duda inevitable:
¿Habrá justicia para Ángel David o su nombre será otro número más en la estadística negra de un Martínez de la Torre que se desangra mientras las autoridades parecen conformarse con acordonar, levantar y archivar?

Redacción Reportaje Veracruzano