ORIZABA: EL CANAL QUE HABLA — APARECE JOVEN TORTURADO EN LA COMPUERTA VIRITA Y DESATA NUEVO ESCÁNDALO DE VIOLENCIA

Orizaba, Ver.— La postal que estremeció la mañana en la zona sur de Orizaba no vino de un operativo oficial, sino del agua: un cuerpo joven, marcado por la tortura, atorado en la rejilla de la Compuerta Virita, volvió a exhibir la crudeza con la que la violencia opera en la región y la incapacidad institucional para detenerla.
Trabajadores de la compuerta —ubicada entre las calles Agricultura y Ferrocarril Mexicano, en la colonia Cidosa— fueron quienes hicieron el macabro hallazgo. En las turbias aguas del canal Virita flotaba el cuerpo de un hombre de entre 20 y 26 años, con huellas visibles de violencia extrema. No traía identificación. No había algún rastro que permitiera conocer quién era. Solo un cuerpo más que el agua devolvió.
La respuesta oficial fue inmediata, pero no por ello menos tardía: policías municipales, estatales, elementos de la Secretaría de Marina y personal de Protección Civil arribaron al sitio para confirmar lo evidente. Minutos después llegó la Fiscalía Regional, con peritos y agentes ministeriales, quienes documentaron la escena y ordenaron el rescate del cuerpo.
Los forenses trabajaron bajo la mirada inquieta de los vecinos, que observaban cómo el cadáver era liberado de la rejilla metálica donde había quedado atrapado. Entre murmullos, todos coincidían en lo mismo: “Otro más… y nadie dice nada”.
El cuerpo fue trasladado al SEMEFO de la colonia Francisco Ferrer Guardia. Permanece en calidad de desconocido. No hay pistas sobre quién lo dejó ahí, ni cuándo, ni por qué. Tampoco hay información sobre líneas de investigación claras.
Lo que sí queda es la pregunta que cada hallazgo en Orizaba vuelve a abrir:
¿Cuántos cuerpos más deben aparecer en canales, ríos y barrancas para que las autoridades reconozcan la dimensión real de la violencia que atraviesa la “ciudad de las aguas alegres”?
Hoy, las aguas del canal Virita hablan. Y lo que dicen, es aterrador.
Redacción Reportaje Veracruzano



