Tlapacoyan, Veracruz. — Lo que pudo convertirse en una tragedia terminó en un acto de vida gracias a la intervención oportuna de los paramédicos de Protección Civil municipal. La noche de ayer, un bebé que presentaba un grave episodio de atragantamiento fue rescatado en cuestión de minutos mediante maniobras de emergencia aplicadas con precisión y sangre fría.
De acuerdo con los primeros reportes, familiares del menor, presas del pánico, acudieron directamente al palacio municipal al percatarse de que el bebé no podía respirar. En el sitio se encontraban elementos de emergencia, quienes comprendieron de inmediato la gravedad de la situación y actuaron sin pérdida de tiempo.
Los paramédicos realizaron las técnicas necesarias para liberar las vías respiratorias del infante, logrando que recuperara la respiración de forma casi inmediata. Una vez estabilizado, el bebé fue trasladado al hospital del municipio para una valoración médica más amplia.
Horas después, se confirmó que el menor se encuentra estable y fuera de peligro, bajo observación médica preventiva. La familia expresó su agradecimiento al personal de auxilio, reconociendo que la rapidez y preparación de los paramédicos marcaron la diferencia entre la vida y la muerte.
El hecho vuelve a poner en relieve la importancia del personal de emergencia en los municipios, cuya labor silenciosa, muchas veces poco visible, resulta vital en momentos críticos.
Redacción Reportaje Veracruzano
