TUXPAN ARDE: EJECUTAN A PRESTAMISTA EN PLENA CALLE Y EL ESTADO SOLO “TOMA CONOCIMIENTO” MIENTRAS LA VIOLENCIA MANDA

Tuxpan, Ver., 10 de diciembre de 2025 — La noche volvió a demostrar quién gobierna realmente en Veracruz: no las instituciones, no las corporaciones que llegan tarde y posan para la foto… sino las balas. En la colonia Escudero, un prestamista fue ejecutado con precisión quirúrgica mientras las autoridades, otra vez, solo alcanzaron a “resguardar la zona”.
A las 22:30 horas, vecinos de la calle Segunda de Sebastián Lerdo de Tejada, esquina con Nuevo Tuxpan, reportaron detonaciones de arma de fuego. Cuando los cuerpos de seguridad —estatales, federales y municipales— arribaron, encontraron la escena ya consumada: un hombre abatido junto a un Chevrolet Aveo viejo, perforado por múltiples disparos.

El fallecido, identificado como Juan Alberto N., de 49 años, presuntamente dedicado al préstamo de dinero, apareció todavía con un arma corta en la mano. Todo indica que intentó defenderse. No tuvo oportunidad. Lo ejecutaron ahí mismo, sin piedad, sin miedo, sin prisa.
La sincronía del operativo posterior —Policía Estatal, Marina, Sedena, Guardia Nacional y Policía Municipal— fue impecable… pero inútil. Llegaron solo para acordonar, levantar casquillos y confirmar lo inevitable: otra muerte más que engrosa las cifras de un municipio que se hunde entre extorsiones, cobros, venganzas y silencios comprados.
Peritos criminalistas realizaron el levantamiento de indicios y trasladaron el cuerpo al SEMEFO. La Fiscalía Regional abrió una carpeta. Y ahí, justamente ahí, suele terminar todo.
Las preguntas que nadie quiere responder pero que la ciudadanía ya se hace en voz alta:
— ¿Qué redes de dinero, deudas o presiones rodeaban al prestamista ejecutado?
— ¿Quién se beneficia de este crimen en un Tuxpan donde el cobro de piso opera como ley paralela?
— ¿Por qué los asesinos actúan con tal precisión y libertad, como si supieran que no habrá detenidos?
— ¿Hasta cuándo la autoridad seguirá limitándose a “tomar conocimiento” mientras la ciudad se desangra?
Hasta el cierre de esta nota no hay personas detenidas. Nadie vio nada, nadie sabe nada, nadie dice nada. Pero todos escucharon las balas.
Tuxpan volvió a arder. Y el Estado, otra vez, llegó solo para mirar las cenizas.
Redacción Reportaje Veracruzano



