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Xalapa al filo del desastre: el “súper gabinete” de Daniela Griego y la institucionalización de la incompetencia

Entre la promesa de transformación y la realidad del reciclaje político, Xalapa despierta con una pregunta incómoda: ¿quién va a gobernar realmente la ciudad y con qué credenciales?

Xalapa no recibió un gabinete: recibió un inventario de riesgos. A días de asumir el poder municipal, Daniela Guadalupe Griego Ceballos presenta lo que ha llamado su “equipo de trabajo”, pero lo que emerge del análisis minucioso de perfiles es una colección de nombramientos cuestionables, con trayectorias endebles, conflictos de interés, señalamientos públicos y una constante que se repite como patrón: la ausencia de mérito.

La promesa fue clara en campaña: profesionalismo, capacidad y ruptura con los vicios del pasado. La realidad que hoy se asoma es otra: cuotas políticas, chapulineo partidista y personajes reciclados de administraciones fallidas, varios de ellos ligados al peor desempeño gubernamental reciente en Veracruz y Xalapa.

Un gabinete que no gobierna: carga

Lejos de integrar un equipo técnico sólido, los nombramientos revelan improvisación y compromisos inconfesables. Áreas estratégicas como Comunicación Social, Secretaría del Ayuntamiento, Administración, Obras Públicas, Protección Civil, Desarrollo Social, Salud, Educación y CMAS quedan en manos de perfiles sin acreditación profesional clara, sin experiencia específica o con antecedentes que despiertan serias alertas.

Hay funcionarios que se ostentan con títulos inexistentes o dudosos; otros que provienen de estructuras señaladas por desvíos millonarios, y no faltan quienes arrastran denuncias públicas por abuso de poder, prepotencia, discriminación o ineficiencia. En varios casos, el currículum no coincide con el cargo, y en otros, ni siquiera existe evidencia documental que respalde la formación necesaria para ejercer funciones tan delicadas.

El pasado que no se fue

El común denominador es inquietante: exfuncionarios del IPE, operadores del cuitlahuismo, herencias del hipolitismo y cuotas sindicales, todos reacomodados bajo el paraguas de una administración que prometió ser distinta. La transformación, al parecer, se quedó en el discurso.

Protección Civil, por ejemplo, queda en manos de un perfil académico ajeno a la materia y con señalamientos por fallas graves en prevención de riesgos; Educación municipal se entrega a un dirigente sindical sin claridad en su formación pedagógica; Desarrollo Urbano y Obras Públicas se asignan a personajes con vínculos previos de negocio con la propia alcaldesa electa. ¿Gobierno o consorcio de intereses?

La pregunta que Daniela Griego no ha querido responder

¿Estos nombramientos son producto de una evaluación seria o de imposiciones partidistas? ¿Quién decide realmente en Xalapa: la alcaldesa electa o los grupos que la rodean? ¿Dónde quedó la decencia política de decir “no puedo” cuando no se tiene el perfil?

Porque aquí no se trata solo de errores administrativos futuros. Se trata de poner en riesgo a una ciudad compleja, con problemas históricos de agua, movilidad, seguridad, obra pública, finanzas y servicios básicos. Gobernar Xalapa no es un experimento ni un pago de favores.

Xalapa merece más

La capital de Veracruz no necesita un gabinete que aprenda sobre la marcha, ni funcionarios que usen el cargo como trampolín o caja chica. Necesita capacidad probada, solvencia ética y compromiso real con la ciudad, no con el partido ni con las camarillas.
La lista está sobre la mesa. Los nombres ya son públicos.

Ahora, la responsabilidad también.

Porque si este es el arranque, el costo lo pagarán los xalapeños.

Y entonces ya no habrá discurso que alcance ni conferencia que lo maquille.

Redacción Reportaje Veracruzano

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