Veracruz: silencio impuesto y justicia negada en los crímenes contra periodistas

El fantasma de la impunidad sigue persiguiendo a la prensa veracruzana. El Colectivo Fénix denunció que las investigaciones por asesinatos de periodistas en la entidad han sido abandonadas, no solo por la indiferencia de la Fiscalía General del Estado (FGE), sino también por el miedo de las propias familias a sufrir represalias de los agresores.
La vocera del colectivo, Yasmín López Solana, aseguró que la cerrazón de la FGE mantiene a los deudos en una doble condena: la pérdida irreparable de sus seres queridos y la imposibilidad de acceder a la verdad y la justicia.
“Muchos de los casos de los que estamos informados han tenido cerradas las puertas de la Fiscalía. No se nos escucha, no hay apoyo. Y en algunos escenarios, por miedo, no porque quieran, las familias han tenido que dar carpetazo”, declaró.
El testimonio revela un patrón de abandono institucional que perpetúa la impunidad. Según López Solana, la burocracia, el desdén oficial y el temor a los homicidas han tejido un muro de silencio que sofoca a las víctimas y normaliza la violencia contra la prensa.
Organizaciones defensoras de periodistas han reiterado que Veracruz se mantiene como una de las entidades más peligrosas para ejercer el periodismo en México. Sin embargo, el Colectivo Fénix advierte que lo más alarmante no es solo la violencia misma, sino la renuncia tácita del Estado a investigar y sancionar a los responsables.
Cada expediente cerrado en la oscuridad de la Fiscalía no es solo un archivo olvidado: es una herida abierta para la libertad de expresión en Veracruz. El mensaje que se lanza, advierten especialistas, es devastador: “asesinar a un periodista no tiene consecuencias”.
El clamor de justicia, una vez más, queda atrapado entre el miedo, la omisión y la complicidad institucional.
Redacción Reportaje Veracruzano