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Gobierno puntualiza dudosa declaración tras señalamientos contra alcaldesa de Colipa


Colipa bajo la lupa: la alcaldesa niega vínculos con narcorancho, pero rumores la señalan con nexos sentimentales peligrosos

Xalapa, Ver.– La polémica en torno a la alcaldesa de Colipa, Gabriela Ortega Molina, no se apaga. Tras el cateo realizado por la Fiscalía General de la República (FGR) en el rancho “Los Quintero”, propiedad de Gil Quintero, presunto sobrino del capo Rafael Caro Quintero, el secretario de Gobierno, Ricardo Ahued Bardahuil, salió al paso asegurando que la edil no fue retenida durante el operativo, como se difundió en primeras versiones.

Según Ahued, la alcaldesa presentó comprobantes médicos que acreditarían que se encontraba hospitalizada por motivos de salud al momento de los hechos. Incluso sostuvo que este lunes se reunió personalmente con Ortega Molina en Palacio de Gobierno, donde ella reiteró estar dispuesta a colaborar con cualquier investigación.

“Ella dice no estar, inclusive estuvo enferma el fin de semana, trajo comprobantes médicos y está atenta a cualquier investigación”, sostuvo Ahued.

Sin embargo, la sombra de la duda sigue creciendo. En círculos políticos y sociales de la región circula un rumor fuerte y persistente: presuntamente la alcaldesa mantiene o habría mantenido una relación sentimental con Gil Quintero, propietario del rancho cateado.

Aún más delicado es que también se le ha vinculado sentimentalmente, de manera extraoficial, con Neptalí González, un personaje que se encuentra desaparecido. De acuerdo con fuentes locales, González habría sido levantado en una gasolinera de Vega de Alatorre, dejando abandonada su camioneta en el sitio. Posteriormente, los mismos sujetos habrían regresado por la unidad para llevársela.

Estos trascendidos —aunque no confirmados oficialmente— han encendido las alarmas sobre las presuntas conexiones de la edil con personajes ligados al crimen organizado o al menos a círculos de alto riesgo.

Mientras tanto, el Gobierno del Estado insiste en que “no se protege a nadie” y que la investigación corresponde al orden federal. “Aquí se aplica la ley sea quien sea”, dijo Ahued, subrayando que lo que se descubrió en Los Quintero es materia exclusiva de la FGR.

Lo cierto es que, entre versiones encontradas, la credibilidad de la alcaldesa Ortega Molina pende de un hilo. Aunque ella se defiende con justificantes médicos, la percepción pública empieza a inclinarse hacia la sospecha.

Hoy Colipa se encuentra en el centro de una tormenta política y mediática donde los rumores pesan tanto como los documentos oficiales, y donde la verdad parece enterrada bajo capas de silencio, miedo y poder.


Redacción Reportaje Veracruzano

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