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Veracruz se deslinda de brote de gusano barrenador detectado en Nuevo León; citricultura también enfrenta crisis por plaga

Xalapa, Ver.– Tras la detección de ganado infectado con gusano barrenador en Sabinas Hidalgo, Nuevo León, autoridades de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca (Sedarpa) de Veracruz rechazaron que el brote se haya originado en este estado, argumentando que el territorio veracruzano funciona únicamente como un corredor para el traslado de animales provenientes del sur del país y Centroamérica.

El titular de Sedarpa, Rodrigo Calderón Salas, explicó que Veracruz concentra el paso de miles de cabezas de ganado con destino al norte, lo que incluye animales procedentes de Chiapas, Oaxaca y Tabasco, además de importaciones centroamericanas. “No es que sean de Veracruz, la mayoría viene del sur. A veces descansan en algunos corrales de aquí, pero no podemos investigar todo”, afirmó.

La defensa del funcionario surge luego de que se señalara a Minatitlán como punto de origen de las reses contaminadas, las cuales, según protocolos, contaban con certificados sanitarios en regla antes de ser enviadas a Nuevo León.

Una plaga que rebasa fronteras

Sobre la dificultad para contener el gusano barrenador, Calderón Salas subrayó que se trata de una mosca con alta capacidad de dispersión en toda la región centroamericana y del sur de México. Su combate depende de la liberación masiva de moscas estériles, producidas en laboratorios especializados que actualmente son insuficientes.

“Se importa material biológico desde Panamá, con apoyo de Estados Unidos, mientras se concluye un laboratorio en Chiapas y otro en Texas. El control lo maneja SENASICA a nivel federal, los estados solo apoyamos”, indicó.

La situación ya provocó el cierre de fronteras para la carne mexicana hacia Estados Unidos, con un impacto directo en los precios. “El mercado nacional no paga lo que paga Estados Unidos, y eso repercute en los productores”, puntualizó. Veracruz, recordó, posee alrededor de cinco millones de cabezas de ganado, cifra que depende de los registros oficiales del SENASICA.

El golpe silencioso al campo citrícola

Además de la amenaza ganadera, la citricultura enfrenta un enemigo igualmente devastador: el Huanglongbing (HLB), enfermedad conocida como “cáncer de los cítricos”. Según Calderón Salas, la plaga ha reducido en más de un 40% la producción en regiones clave, particularmente en Álamo, el mayor productor de naranja del estado.

“La estrategia será implementar un programa de nutrición y manejo integral que ayude a mantener los árboles más sanos. Erradicarlo es casi imposible, pero podemos mitigar su avance”, explicó.

Doble presión para el sector agropecuario

El panorama coloca al campo veracruzano entre dos frentes: la vulnerabilidad de la ganadería ante brotes que afectan el comercio internacional y la crisis citrícola por enfermedades que merman cosechas. En ambos casos, los productores enfrentan pérdidas económicas y la incertidumbre de depender de políticas federales que, de momento, avanzan más lento de lo que el campo demanda.


Redacción Reportaje Veracruzano

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