Vergüenza en Álamo: un depravado acecha a menores frente a una escuela y la autoridad guarda silencio

Álamo, Ver.– La indignación ciudadana estalló en este municipio luego de que madres y padres de familia denunciaran públicamente a un sujeto sorprendido cometiendo actos indecentes dentro de su vehículo, estacionado Nissan, Tsuru, color blanco, placas de circulación YKZ-124-A estratégicamente frente a la escuela primaria Adolfo López Mateos.
El individuo, señalado por una madre de familia que se atrevió a encararlo y grabarlo, habría repetido esta conducta en varias ocasiones, siempre en el mismo horario: a la hora de entrada y salida de los estudiantes, cuando decenas de niñas y niños transitan por la zona.
“No es la primera vez que encuentro a este señor haciendo actos indebidos a plena luz del día. Se pone a la hora que entran y hasta que pasa el último. Esto es un peligro. ¿Cómo pueden permitir este tipo de comportamientos y que nadie diga ni haga nada?”, cuestionó con firmeza la madre denunciante.
La gravedad del señalamiento no radica solo en la conducta obscena, sino en el riesgo latente: ¿qué intenciones tiene un individuo que se exhibe frente a una primaria repleta de menores de edad? La denuncia alerta que este no es un hecho aislado, sino un patrón que se repite con impunidad, a pesar de que ya se ha llamado en ocasiones anteriores a la policía.
El señalamiento sacude de nuevo la confianza en las instituciones de seguridad, pues hasta ahora no se ha reportado detención alguna ni acciones preventivas claras para resguardar la integridad de la niñez en Álamo. La omisión, en este caso, se convierte en cómplice.
El hecho encierra una pregunta brutal y necesaria:
¿qué más debe ocurrir para que la policía municipal, la Fiscalía y las autoridades educativas actúen y protejan a los menores de un sujeto que ya fue sorprendido, exhibido y denunciado públicamente?
Mientras tanto, madres y padres llaman a extremar cuidados y a vigilar de cerca a sus hijos en la entrada y salida de clases, ante el vacío de acción que hoy indigna y aterra.
Redacción Reportaje Veracruzano